C.D. Buñol. El origen (I).

Todo empezó en julio de 1920, cuando el Gimnástico vino a Buñol a realizar la pretemporada. Se hospedaron en la Posada de la Jarra y practicaban en el Paseo de San Luis. Cada día había más espectadores y uno de los jugadores, Aurelio, animó a una cuadrilla de jóvenes a formar un equipo de fútbol. Entre los chicos se encontraban Claudio Galán, Miguel Ferrer, Francisco Martínez, Vicente Pérez, Desiderio Criado, Monterde y Bonara, entre otros.

Ante el interés de los jóvenes buñoleros, Aurelio decidió entrenarles mientras estuviera por allí, enseñarles a chutar el balón de trapos con el que practicaban, introducirles mediante juegos en el poco conocido por aquel entonces deporte del fútbol.

Poco a poco empezó a crecer el gusto por el fútbol y cada vez eran más los jóvenes interesados en practicar este entretenido deporte. Pronto toda la localidad conocía esta práctica, a pesar de la incredulidad de algunos, que no entendían porqué gustaba tanto pegarle patadas a una pelota de trapos.

A finales de julio de 1920 la Peña Calsetín Blanco se reunió en su local, sito frente al actual Rosales, en la “Casa del Tío Churro”, para crear el Sporting Buñol. De aquel grupo destacamos a Leopoldo Galán (Presidente), Miguel Ferrer Martínez, Desiderio Criado, Leonardo Mas, Vicente Pérez, Claudio Galán y Pompeyo Criado, que en aquella época contaba con doce años.

En esta reunión se decidieron los colores del club. Claudio Galán, íntimo amigo del sevillista Ocaña desde que coincidieron haciendo el servicio militar, propuso el blanco del Sevilla C.F., y como era una indumentaria fácil de conseguir, aceptaron por unanimidad. Además, se propuso crear un equipo filial para poder nutrir al Sporting Buñol. Pero el principal problema resultó la inexistencia de terreno de juego. Así que hasta finales de 1920 todo estaba en el aire, excepto la idea, cada vez más intensa, de crear un equipo de fútbol. En enero de 1921, los jugadores del Gimnástico Aurelio y Silvino volvieron a Buñol, y bajo sus enseñanzas se jugaban pachangas en el Paseo de San Luis.

Por entonces, la familia López Fayos accedió a ceder un bancal de oliveras cerca de la antigua fábrica de Hilaturas, junto al camino del Cementerio. Al campo de fútbol se le llamó Campo de la Balsa Nueva, por estar al lado de una nueva balsa de riego. El terreno no tenía medidas reglamentarias, ni porterías, ni vestuarios, pero había suficiente espacio para jugar al fútbol. Además, hubo que trabajar duro para nivelar el terreno. Finalmente, el primer campo de fútbol de Buñol era una realidad.

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