Ya se va acercando el verano, y nos apetece comer cosas más fresquitas, salir a la calle hasta altas horas de la tarde, y tomarnos algún que otro helado.
Por eso, no debemos privarnos de algún que otro postre después de las comidas familiares, ya que, sin encender el horno, podemos preparar ricas tartas sencillas, suaves y fresquitas.
Aquí os propongo una cheesecake (tarta de queso) de limón muy fácil de hacer con la que seguro vais a quedar muy bien.
INGREDIENTES:
- 300 ml. Nata para motar bien fría
- 200 gr. Queso tipo Philadelpia
- 320 gr. Leche Condensada
- 80 ml. Zumo de Limón
- 1/4 Cucharadita de Vainilla
- 1/2 Paquete de Galletas María trituradas
- 70 gr. Mantequilla derretida
ELABORACIÓN:
1. Prepararemos un aro o molde desmoldante de 18 cm.
2. Trituramos las galletas y añadimos la mantequilla derretida y extendemos bien en el molde.
3. Metemos en la nevera mientras preparamos la cheesecake.
4. Montamos la nata bien fría y la reservamos en la nevera.
5. Mezclamos en un bol el queso junto con la leche condensada.
6. Echamos el limón y la vainilla y mezclamos.
7. Ahora es momento de añadir la nata, la cual echaremos poco a poco y con movimientos envolventes, para que no se baje la mezcla.
8. Echamos al molde y dejamos en la nevera, como mínimo 4 horas, aunque es aconsejable dejarla toda la noche.
9. Para servir, desmoldar con cuidado y la ponemos en un plato.
SUGERENCIA: En la foto se ha decorado con Lemon Curd, una crema suave de limón, pero si no la encontramos en ningún supermercado cercano, la podemos decorar con un poquito de limón rallado. Quedará perfecta también.
Penélope Tarín Ballester
Aficionada a la repostería.
