Siempre digo que no hay nada mejor que bajar al underground, aunque sea de vez en cuando, y a un underground artístico, ya que las «clavegueras» se las dejamos a las tortugas ninja.
Tuvimos la opción, un montón de gente, por cierto, de acudir en masa a El Sofá, garitazo de Yátova que apuesta por la música en directo de una manera más o menos continua, y que ofrece shows de bandas que difícilmente se pueden disfrutar en directo debido a su calaña (en el buen sentido) y su proyección suburbial, pero que nada desmerecen ante bandas de calado nacional e internacional, ya que es la industria la que dirige a un público de borregos y borregas hacia música analfabetizante, que es lo que le interesa al sistema: que estéis con la Tontería y no con la Cultura, pero allá cada cual, escuchar música de calado parte de uno mismo, como todo, parafraseando al gran Ovidi Montllor, que siempre is in da house.
La noche fue accidentada, por muchos motivos no exclusivamente yatoverizantes, pero que no vienen al caso, y del espectacular cartel sólo pude ver correctamente a los ínclitos Cornisa Panamá. Me penó mucho perderme a Homiecourt, del que en asiesbuñol magazine tenemos artículo de su debut en directo en la anterior Fiesta del Bancal, donde sorprendieron a todos y todas las presentes con su calidad y soltura.
El segundo grupo, de forasteros, que no me voy a molestar ni en buscar el nombre para no humillarlos más de lo que ellos se humillaron con una actuación, aunque hay que reconocer que en muchos de los asistentes hicieron crecer las ganas de que empezaran los Cornisa Panamá.
Desde el principio nos regalaron un sonido arrollador con unas líricas brutales, dignas del mismísimo Garcilaso (si este hubiera sido un undergrúter de pro) y la magnífica voz de Rober nos condujo al ambiente de la rave de la que nunca querríamos irnos.
Las mezclas y producciones de Alex Sierra, de una originalidad realmente única y ecléctica, sumadas a la performance irreverente de Roberto hicieron que, al menos en mi persona, la actuación pasara volando, ya que la calidad, la diversión, la buena música, las magníficas letras, y la no menos importante actitud ante un público entregado, hicieron que este nuevo set de directo funcionara como un cañón, arrancando carcajadas y bailes enfurecidos por parte del respetable, que respondió a la llamada de los artistas con el entusiasmo que estos merecen.
No puedo entrar al contenido lírico, porque sería repetirme con artículos anteriores, pero invito a cada uno de los lectores de esta revista a buscar a Cornisa Panamá en redes y disfrutar de su música, ya que es un dúo que a nadie deja indiferente, por innumerables razones…
En el fragor del concierto no hice fotos, lo siento, pero me poseyó el espíritu de Michael Jackson…
PD: Mención para los Sex Organs en el Soho Culture Club de Buñol, que la noche de antes montaron un fiestón garajero brutal en dicho local, a quién también hay que agradecer que apueste por la música en directo.
Gracias, Ruly y Cubi.
Enrique Hernández Pérez
Voyeur musical
