El Veteranos despierta a tiempo

veteranos yatova 13-2-16

El Veteranos jugó con fuego y a punto estuvo de quemarse. En su desplazamiento a Moncada ni siquiera el fuerte viento en contra sirvió de excusa para tan pésima primera parte. El equipo salió sin intensidad, sin ganas, sin corazón… Un veteranos irreconocible, probablemente el peor de la temporada, se veía claramente dominado por un Moncada que, a pesar de tener a tres o cuatro jugadores destacables, es un equipo muy inferior. El fantasma de Macastre o de Godella volvía a sobrevolar las cabezas de los visitantes, pero esta vez no había muestra de reacción, el Buñol se dejaba llevar por el ritmo del Moncada sin oponer resistencia, sin disputar casi ningún balón, sin intentar jugarlo.

A pesar de ello, el Buñol tuvo dos ocasiones clarísimas en un mano a mano de Aquila y en un cabezazo de Fran, pero solo eran un espejismo. Y, como no podía ser de otra forma, llegó el primero del Moncada a los 20 minutos, en una indecisión entre el portero y la defensa que dejaban rematar completamente solo en el área pequeña de cabeza al delantero local. Lejos de reaccionar, el partido siguió por los mismos derroteros, el Veteranos estaba grogui, y en el 38, en una nueva empanada defensiva, no de la defensa, sino del equipo en general, el Moncada hacía el segundo, que parecía dejar el partido medio sentenciado.

La bronca de Carlos García durante el descanso era la primera piedra para la reacción. La segunda fue la decisión del entrenador de jugar con solo tres defensas y presionar la salida del balón del Moncada, esta vez con la ventaja de tener el viento a favor. Y se notó el cambio de actitud. El Buñol era otro equipo totalmente diferente, el que estamos más acostumbrados a ver, el que está en la parte alta de la clasificación. Ahora sí, el equipo recuperaba balones, intentaba jugar, buscaba las bandas. Un disparo al larguero en una falta de Fran, un fuera de juego inexistente cuando Sean se quedaba solo… pero pasaban los minutos y el gol no llegaba. Sin embargo, el Moncada notaba el aliento del Buñol en la nuca, y fruto de esa presión, el central local erró en el pase y dejó a Fran solo ante el portero rival, a quien dribló para marcar a placer. Era el minuto 68, un mundo por delante. Y solo dos minutos más tarde, en una nueva presión del Buñol, robo de balón y Héctor que se planta en el área en un mano a mano con el defensa, recorta magistralmente hacia afuera y dispara raso, imparable. Se había logrado lo más complicado, el Veteranos estaba crecido y el Moncada atónito. La intensidad visitante continuó hasta el minuto 80, cuando en una contra Héctor se planta en el área en un nuevo mano a mano con el defensa, recorte calcado al anterior, hacia la derecha, y penalti claro. El árbitro perdonó la expulsión, pero Aquila no perdonó en el lanzamiento y el Veteranos culminó la remontada.

Pero el partido no había acabado, el Buñol volvió al 4-4-2 y se echó un poco atrás. El Moncada se volcó al ataque con más corazón que cabeza. Cuando todo parecía sentenciado, con el tiempo cumplido, el Buñol pierde el balón en ataque y el central local lanza un pase largo que el viento envenena para convertirlo en un pase perfecto al extremo izquierdo, que controla y dispara. Ahí estaba la mano salvadora de Lincoln, que permitió en el último suspiro quedarse con los tres puntos a los blanquinegros.

Al final, a pesar de la remontada, no hubo euforia, no hubo excesiva alegría, la sombra de la primera mitad seguía en la cabeza de los jugadores, así no, no se pueden tirar 45 minutos. El aviso debe servir para aprender, no queda otra. El próximo sábado contra el Ribarroja en el Beltrán Báguena lo comprobaremos.

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