Estrategias del ego

«El ego no es más que el foco de la atención consciente»
Alan Watts

Siguiendo con el compromiso de aportar herramientas para el cambio, para la transformación hacia la Nueva Humanidad y los nuevos tiempos que vivimos, este mes, dadas las noticias alarmistas sobre el «gran apagón eléctrico» y sus consiguientes miedos generados, vamos a dedicar el artículo a saber controlarlos y a conocer cuáles son las estrategias del ego que los provocan.

El ego, la parte consciente de la personalidad humana que controla la realidad del mundo exterior –para Freud y su teoría del psicoanálisis–, o para el filósofo Alan Watts: el foco de la atención consciente, utiliza estrategias para conquistar la felicidad desde afuera. El apego o los apegos, entendidos como la forma de crear condicionamientos –que crean a su vez sufrimientos–, sería la principal estrategia del ego. 

Desde un contexto macro, o grande, se pueden diferenciar cuatro categorías de apegos, según el lama Rinchen Gyaltsen y las enseñanzas budistas: Apego a la existencia; apego al bienestar; apego a la esperanza; y apego a los logros, a la experiencia (a que pase algo concreto; a ser más famoso; más rico, etc.). En este contexto macro podemos ver la cristalización del ego, creando una falsa dualidad (falsa realidad).

Estos cuatro macro apegos generan o llevan asociados cuatro niveles de miedos:

– El apego a la existencia produce el miedo al vacío existencial.

– El apego al bienestar provoca el miedo a no experimentar gozo, paz o excitación.

– El apego a la esperanza conlleva el miedo a que no se cumpla lo esperado.

– El apego a los logros genera el miedo a lo más tangible: a la crítica; a perder lo que tú tengas; a perder a los amigos; al compromiso; a pasarlo mal; a la enfermedad; a hacer el ridículo; al aburrimiento; a envejecer; a ser despedido del trabajo; a no ser querido; a ser ignorado; a perder el estatus, la posición, la reputación…

Para neutralizar estos miedos, tenemos a nuestro alcance unos «sencillos poderes» que al ponerlos en práctica nos cambian la vida:

La generosidad. La generosidad es una de las mejores maneras de reducir el miedo. La generosidad va en contra de perder. Desarrollamos la energía de la abundancia. Compartir tu experiencia, tu sabiduría, es muy valioso. Hacer pequeños gestos de generosidad al día hacia otros y, si son desconocidos, mejor. 

Desarrollar la autoestima. La baja autoestima es la epidemia de nuestro tiempo y causante de tantos y tantos problemas. Por suerte, tenemos muchas herramientas para desarrollarla. Busca y encontrarás la más adecuada para ti.

Practicar el «Mindfulness» o lo que es lo mismo «atención plena» para el equilibrio mental. Vivir el presente. Adueñarnos de él. Sentir el cuerpo, la arena bajo los pies, tomar conciencia de todo. Regresar al aquí y el ahora. También, practicar yoga, meditaciones, etc.

Respiración. Es muy importante que llevemos la atención a cómo respiramos. Normalmente, utilizamos una respiración torácica, corta, pobre. Es necesario que hagamos respiraciones profundas (abdominales) tantas veces como podamos. Ello ensancha nuestro campo energético y eleva nuestra vibración.

Cultivar el altruismo, desarrollar amor y compasión.

Podría seguir, pero creo que con estos «poderes», sencillos y al alcance de todos, podemos cultivar y mejorar nuestra realidad y hacer que nuestro día a día sea maravilloso y digno de ser vivido. Para ponerlos en práctica, obvia decir que tendremos que esforzarnos. El valor del esfuerzo.

Dentro de unas semanas, celebraremos la Navidad en condiciones mucho mejor que el año pasado. Y debemos estar muy agradecidos. Celebrémosla pues con entusiasmo, optimismo y sin miedos. Tu Ser te lo agradecerá. Y el Universo y la Nueva Humanidad también.

¡Muchas gracias y feliz diciembre!
¡Feliz Navidad!

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