Empezaré este artículo, primero, recordando los premios obtenidos por nuestra Sociedad Músical, en la participación del Certamen Internacional Ciudad de Valencia, en la Sección Especial primero y posteriormente denominada Sección de Honor, los años 1963,1986,1990,1992,1993,1995 y 2012. Así mismo en el año 1990, ganó además la Mención de Honor el Premio de Interpretación concedido por la Sociedad General de Autores de España.
Una vez recordado los premios obtenidos, me pregunto: ¿que significa participar en un Certamen de Música de la Ciudad de Valencia para nuestra Sociedad Musical?
Pues la respuesta es bien sencilla, como he titulado este artículo: esfuerzo, sacrificio e ilusión, aunque se puede definir en una sola palabra: trabajo, de toda una organización.
Empezando por los SOCIOS, sí, en mayúsculas, ya que sin ellos no existiría la Sociedad; después, por la junta directiva, que tiene que coordinar el trabajo; y, posteriormente, los actores fundamentales, los músicos, que a lo largo de los tiempos se han ido superando y preparando.
En la actualidad son grandes profesionales, todos ellos con estudios musicales.
Una vez decidida la participación en un certamen, toda la estructura de la sociedad se pone a trabajar muy duro para conseguir los recursos materiales y económicos que se necesitan, que no son pocos.
Comienzan los ensayos, primero de lectura; luego los parciales por familias de instrumentos; y luego los generales. Son alrededor de más de cien las horas de ensayo grupal y de estudio individual para preparar un certamen de este nivel.
Muy importante es el trabajo psicológico que se ha de realizar por una parte por los responsables de la Sociedad Musical, en transmitir e ilusionar tanto a los músicos como a la masa social. Por otra parte, del director, para que la motivación y ánimo de los componentes no decaiga durante las largas horas de ensayo y para que, sea cual sea el resultado, los músicos estén contentos con la experiencia y el trabajo bien hecho.
Una actitud de mejora sana, en la que lo importante es dar lo mejor como agrupación, y se valora más la evolución y el desarrollo que la banda ha tenido en el periodo de preparación. Es muy posible que consigamos mejores resultados que si vamos con una actitud competitiva, ya que se libera a los músicos de la presión, que en estos casos suele jugar malas pasadas.
Pero no solamente es TRABAJO, en mayúsculas, sino que también es muy importante lo que actualmente denominamos convivencia social entre distintas generaciones, estando incluido en la de más edad y con mayor experiencia como participante de músico en mi banda, la Sociedad Musical La Artística, y como director de otras bandas.
Una vez expresado el significado para mí y para mi sociedad, de lo que es participar en el Certamen de Musica Ciudad de Valencia, hago una breve exposición de mis experiencias vividas. Mi primer Certamen fue con D. Ramón Herrero. Recuerdo el temor que se tenía a las grandes bandas de otros municipios, como Lliria, Benaguacil y Cullera, por la cantidad de músicos profesionales que llevaban en sus agrupaciones, mientras que en mi banda éramos menos profesionales que en estas bandas. Pero gracias al trabajo de los directores y, sobre todo, de los músicos, que recuerdo salían de trabajar y venían a los ensayos tarde y noche con una gran ilusión que nos transmitían, ello nos llevaba a realizar grandes actuaciones en la Plaza de Toros de Valencia.
Gracias a ello, como he expresado anteriormente, a esta ilusión y esa competición sana, la banda ha ido mejorando año tras año, hasta igualarnos a esas grandes bandas.
Por último, la ilusión que, a los que formamos parte de los feos y, sobre todo, a los músicos, no nos falta. Lo explico y pongo como ejemplo el año en que participamos tocando el Pájaro de Fuego y la Danza Infernal. En la Plaza de Toros de Valencia se produjo una tormenta que hizo suspender temporalmente la actuación. Recuerdo una voz en off, del tío Arturo Masmano, que decía «Sagales, meter los papeles en las carpetas, que caen gotas como panquemaos», quedando para la eternidad dicha grabación.
Pero aún así, cuando paró dicha tormenta, a pesar de los inconvenientes, por la ilusión de la participación en el Certamen y así dejar el nombre de nuestra sociedad en el lugar que se merecía, reanudamos la actuación, aunque como comprenderás no eran las mejores condiciones.
Esto indica que en nuestra sociedad musical hay buena base para seguir desarrollando el nivel de formación de nuestras agrupaciones, así lo atestiguan los éxitos conseguidos por la Banda Sinfónica de La Artística en diversos certámenes de nivel nacional e internacional, por el sacrificio, esfuerzo e ilusión, de todos los que formamos la familia de Los FEOS.
Jesús Perelló
Músico profesional S.M. La Artística