Buñol trabaja en una ordenanza para solucionar la problemática de la Cueva Turche

El Ayuntamiento celebró en la tarde de ayer una reunión con vecinas y vecinos en el Salón de Plenos del Consistorio

Redacción.- El Ayuntamiento de Buñol celebró en la tarde de ayer una reunión con vecinas y vecinos de la localidad para intentar buscar soluciones ante la masificación que experimenta en esta época de verano y, sobre todo, durante el fin de semana el paraje de la Cueva Turche.

El equipo de Gobierno, con la alcaldesa Virginia Sanz a la cabeza expuso a los presentes la problemática y también cómo se puede abordar. Sanz señaló que «la única manera de actuar en Turche es a través de una ordenanza municipal que ha desarrollado el edil de urbanismo. Lo que pasa es que hay que cumplir unos plazos y por eso queremos contar con la colaboración ciudadana para llevarla a cabo. No obstante, la ordenanza tiene que pasar un trámite más costoso que es el de los técnicos municipales, la aprobación por parte de la secretaria del Ayuntamiento y más tarde se llevaría a pleno. Una vez se apruebe en pleno tiene que aparecer en el Boletín Oficial de la Provincia de Valencia«. Teniendo en cuenta esto, según la alcaldesa, «aunque corramos mucho los trámites se van a alargar y para este verano no va a estar esa ordenanza en marcha«.

La alcaldesa recordó lo que habían hecho desde que llegaron al Ayuntamiento a este respecto. Sanz dijo que «lo primero que hicimos fue hablar con la Policía Local ya que son los que nos pueden ayudar. Por ejemplo, prohibiendo el aparcamiento o denunciando a los vehículos que estacionen en los arcenes o caminos que no están habilitados para ello. Y dentro de lo que es el paraje, solamente pueden denunciar si los visitantes tienen a los perros sueltos. Al final el objetivo es controlar que la zona no sea un caos«. También la alcaldesa señaló que «hablaron con la Guardia Civil, porque son los encargados de controlar el tráfico por esa carretera que nos conecta con Alborache, sobre todo por seguridad vial«. Y, por último, como apuntó la alcaldesa «hablamos con la Confederación Hidrográfica del Júcar, porque todo el camino de entrada es municipal, pero el lago pertenece a la CHJ. El técnico nos visitó y a la pregunta de qué se podía hacer, él me contestó que prohibir el baño. Lo que pasa es que es un lugar público y lo tenemos que controlar con una ordenanza. Lo único que podríamos hacer en cuanto al baño, según el técnico, es recomendar la peligrosidad de bañarse en la zona, ya que no hay ningún tipo de seguridad y el año pasado tuvimos que lamentar un fallecido. Me reiteró que podríamos colocar un cartel informativo con unas recomendaciones, pero no podemos obligar a nada«. De esta manera la alcaldesa reconoció que «hay un gran problema, pero de momento la solución no va a ser rápida«. Por eso, apeló «al voluntariado como medida provisional. Por eso os reunimos hoy aquí. Para ver la posibilidad de crear un grupo de trabajo que vaya al paraje, sin ningún tipo de autoridad, para recomendar a sugerir a los visitantes, eso sí, contando con el apoyo de los cuerpos y fuerzas de seguridad locales y autonómicos. Y todo esto hasta que llegue la aprobación de la ordenanza, que la queremos aprobar de inmediato«. Porque según Sanz «una de nuestras prioridades es Turche, porque nos preocupan las imágenes que vemos todos los fines de semana«.

Por su parte, el edil de Urbanismo, Horacio Varona explicó en qué consiste la ordenanza en la que están trabajando desde el consistorio. Varona señaló que «en lo que estamos trabajando es un borrador, a la que luego los técnicos del Ayuntamiento le darán forma. Nos hemos fijado en ordenanzas similares como en la de Montanejos, ese pueblo de Castellón que tiene un paraje natural muy parecido al nuestro y que ha regulado la situación. También nos hemos fijado en algún pueblo de Madrid y Galicia, por si había alguna medida en otros puntos de España que nos pudiese ayudar también«.

El edil de Urbanismo pasó a leer los puntos de una ordenanza, que «está sujeta a cambios y a sugerencias de las vecinas y vecinos de la localidad«. Varona desgranó el documento: «el objetivo de esta ordenanza es regular las acciones permitidas con el fin de mantener los lugares públicos y de baño en las debidas condiciones de limpieza, higiene y salubridad y que permitan y fomenten un turismo sostenible. En cuanto al ámbito de aplicación, lo fundamental es que figure la Cueva Turche pero también las zonas aledañas el río Buñol, porque si se regula solo la cueva, podemos extender el problema a las zonas colindantes. Luego hay que delimitar lo que es una zona de baño. Las aguas de baño son aquellas en las que el bañista pueda disfrutar del agua sin estar prohibido y que de ese baño disfruten un gran número de personas. También hay que definir la temporada de baño, que tiene que ser el periodo de tiempo en el que pueden concentrarse un gran número de bañistas, es decir, sobre todo en verano. Y nosotros la hemos catalogado desde el 15 de mayo hasta el 15 de septiembre. Con la excepción del puente del primero de mayo y la Semana Santa, por si en esas fechas hace buen tiempo«. A partir de ahí, según Horacio, se establecerían una normas de comportamiento básicas: «como la limpieza inmediata de la zona si ha sido ensuciada por un visitante con posibilidad de sanciones si no lo hace; se prohibirá abandonar basura -restos de comida, cáscaras de frutos secos, colillas, latas, etc- debiendo utilizar los contenedores o ceniceros instalados; se prohíbe la pernoctación en toda la zona; quedaría prohibido el estacionamiento de vehículos a motor fuera de las zonas habilitadas con posible sanción si no se cumple; se prohíbe el montaje de elementos de camping no permanentes, como: mesas, sombrillas, tumbonas, sillas, etc; se prohibirá el acceso con envases de vidrio; se prohibirá la venta ambulante de comida, así como el uso de colchonetas en el agua; se prohibirá la realización de actividades ajenas al baño, como: juegos de pelota, que puedan molestar a los usuarios; no se permitirá pescar en las zonas de baño, siempre que en el perímetro haya personas disfrutando del baño; se prohibirá hacer fuego, cocinar, el uso de bombonas de butano; se prohibirá el uso de altavoces o equipos de música para no perturbar a los usuarios: tampoco se podrá practicar el nudismo. Entre otras normas relativas a los animales, si se lleva un perro el dueño tiene que estar todo el rato controlándolo para que no moleste a los usuarios y a otros animales. Y la persona que controle al animal deberá limpiar de forma inmediata sus excrementos, por lo que será obligatorio el uso de bolsas y su depósito en los contenedores. Y los perros deberán atados en todo momento«

En cuanto al aforo, Varona destacó que «es un tema complicado, porque si controlas el acceso en Turche, quizás la gente pueda subir al charco. Por lo que estamos viendo cuál es la mejor manera de controlar el aforo en el paraje. No obstante este es un asunto que queremos abordar con la ciudadanía para ver si encontramos entre todos una solución«. Varona recordó también que «siempre que hay unas normas, hay unas sanciones que se deben aplicar si estas no se cumplen. Se dividen entre leves, graves y muy graves, y por tanto, cada una lleva asociada una cuantía económica«.

Una vez se presentaron las líneas generales de estas ordenanzas, se le dio voz al público para que aportasen sus ideas sobre las posibles alternativas o modificaciones que se pudiesen incorporar a esta ordenanza. Fue un intercambio de ideas muy productivo y con el que el Ayuntamiento se mostró satisfecho. Entre esas ideas y propuestas sobresalió una: «retomar la declaración de la Cueva Turche como Paraje Natural Municipal, que es una cuestión que puede ir paralela a la ordenanza que está preparando el consistorio».

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