La Constitución republicana de 1931 reconocía el derecho de las regiones a su autonomía política y, de hecho, Cataluña disponía de su estatuto, el Estatuto de Núria, desde el 15 de septiembre de 1932. El PURA (Partido de Unión Republicana Autonomista) formó una «Comisión Gestora del Estatuto Regional Valenciano», que tenía como finalidad conseguir la autonomía del País Valenciano (término con el que se designaba a las tierras valencianas en esta época).
La falta de apoyo de Castellón y de Alicante al proyecto del PURA hizo que este partido, dada su hegemonía en Valencia y parte de su provincia, llegase a concebir un estatuto solo para esta provincia. Este planteamiento implicó un grave desencuentro con los grupos valencianistas, de forma que la Agrupación Valencianista Republicana convocó a todos los partidos valencianos a una reunión. El PURA no quiso participar y arrastró también a la Derecha Regional.
El partido blasquista, no obstante, retomó la iniciativa, reuniendo a representantes de 200 municipios y formando una nueva Comisión por el Estatuto. Organizados por esta entidad, se celebraron numerosos mítines y manifestaciones, en el desarrollo de una gran campaña para conseguir el autogobierno. En sus actos, intervienen representantes de la Derecha Regional, Partido Federal, PURA, etc., así como diversas instituciones económicas, sociales y culturales. Así, se puede observar en el mitin pro Estatuto valenciano que se celebró en Chiva, el 13 de marzo de 1933 (el mismo día en que valencianistas y blasquistas se reunían en Castellón, para resolver sus diferencias).
La jornada de Chiva, por tanto, estuvo organizada por la Comisión Gestora del Estatuto Valenciano y fue concebida como un acto de afirmación regional, en el que «fueron adoptados acuerdos pro Estatuto de Valencia no separatista». Acudió un público muy numeroso, ya que los pueblos cercanos enviaron sus propias comisiones y también acudieron muchos vecinos de la capital.
En el encuentro de Chiva, hicieron uso de la palabra el alcalde de la localidad anfitriona, Manuel Fort; el publicista Fernando Ferri, que habló en nombre del Partido Democrático Federal; Adolfo González Francisco, en representación del Ateneo Mercantil; el alcalde de Cuart de Poblet, Salvador Vila; el concejal del Ayuntamiento de Valencia y representante de la Derecha Regional, Francisco Bosch; el diputado a Cortes por el partido autonomista, Joaquín García Ribes, y el presidente de la Diputación, Juan Calot. Todos los intervinientes, que hablaron indistintamente, en castellano y valenciano, «se expresaron en términos de elevada valencianía» y convinieron en que la consecución del Estatuto Valenciano había de ser obra de todos, sin que prevaleciera ninguna imposición de partido político determinado.
Una vez finalizaron las intervenciones de los oradores, se organizó una manifestación cívica, acompañada de la banda de música. Encabezaba la manifestación la Comisión de Buñol. Esta comisión llevaba una pancarta que decía: «Buñol demana l’Estatut». La manifestación se disolvió frente a la Casa Capitular. Finalizada la manifestación, en el salón de sesiones del Ayuntamiento se sirvió un refresco a las autoridades, oradores e invitados. Según la crónica periodística: «Los excursionistas (de Valencia) regresaron encantados de las atenciones recibidas y del fervoroso entusiasmo que manifestó el pueblo de Chiva por acto tan trascendental para la historia del país valenciano».
Durante el Bienio Negro, los procesos de autonomía regional se paralizaron y, aunque se retomaron después del triunfo del Frente Popular, la Guerra Civil impidió que se aprobase el Estatuto de Autonomía del País Valenciano. Como es sabido, hasta 1982, el País Valenciano no obtuvo su autogobierno.
Federico Verdet Gómez
Director IEC La Hoya de Buñol-Chiva
Instituto de Estudios
Comarcales de La Hoya de Buñol-Chiva