Cicatrices y sus cuidados

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Una caída de niño, una intervención quirúrgica, un golpe… Por un motivo u otro, casi todas las persona tenemos alguna cicatriz. Y, desgraciadamente, en la mayoría de los casos no les prestamos la atención necesaria.

Nos ocasionan muchas molestias, ya no solo el dolor, sino también las adherencias, falta de movilidad, problemas estéticos, incluso psicológicos, aumento o disminución de la sensibilidad en la zona, tiran de otras estructuras llegando a crear problemas a distancia.

Todo ello se puede mejorar con unos pequeños cuidados en casa. Si es una cicatriz antigua, comienza desde ya, pero en el caso de que la herida sea reciente, debemos esperar a la retirada de puntos para asegurarnos la consolidación de los tejidos.

A continuación explicamos tres técnicas de masaje que se deben realizar a diario durante 1 ó 2 minutos sobre la lesión. Si acompañamos este tratamiento con ayuda de algún producto cicatrizante, como puede ser el aceite de rosa mosqueta o el aloe vera, será mucho más beneficioso.

Automasaje en casa

  • Pinzado rodado: con las yemas de los dedos se coge un pequeño pliegue de piel, situando la cicatriz en el centro, y vamos movilizando la piel enrollándola.
  • Pellizqueos: tomar con las yemas de los dedos la cicatriz y realizar pequeños pellizcos.
  • Masaje en zig-zag: se colocan los dedos de las manos enfrentados a ambos lados de la cicatriz y se empujan formando en la cicatriz un “S” o “Z”.

Y a nivel general podemos mejorar el proceso disminuyendo o eliminando el consumo de alcohol y tabaco, aumentando la ingesta de agua y llevando una dieta equilibrada (muy importantes las proteínas y vitaminas A, C y E).

Pese a realizar unos cuidados preventivos en casa, siempre se debe de tener en cuenta que la evolución de una cicatriz va a depender de muchos factores: la propia herida (depende si es un corte limpio o un accidente de tráfico o laboral), el lugar (no es lo mismo una zona blanda como el abdomen, que una articulación dura como una rodilla), la presencia o no de infecciones, la movilización precoz…

Si todos los cuidados anteriores no fuesen suficientes y las cicatrices se convierten en lesivas (cicatrices patológicas o queloides), sería necesario un tratamiento más específico realizado por un profesional de la salud (médico, fisioterapeuta, enfermero), que incluiría diferentes técnicas, como pueden ser la terapia manual, ultrasonidos, el drenaje linfático o los vendajes.

En conclusión, intenta utilizar todas las herramientas que tienes a tu alcance para poder tener un estado de salud óptimo, no dejes que una cicatriz te ocasione un problema.

Regina Bori Zanón.
Fisioterapeuta 3834 y Master F. Deportiva.

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