Acabó octubre con el estreno de dos potentes películas dirigidas por mujeres: «Una casa llena de dinamita» (2025) de Kathryn Bigelow, la primera mujer en la historia que ha ganado el Óscar al mejor director, y que en España se ha estrenado directamente en Netflix; y también se estrenó «Los domingos» (2025) de Alauda Ruiz de Azúa, una directora a la que descubrí y de la que me enamore con su opera prima «5 Lobitos» (2022) en el Festival de Málaga, que es además la directora de «Querer» (2024), para mí la gran serie de la pasada temporada.
Los domingos me gustó mucho a pesar de que al igual que su directora soy «no creyente». Alauda es una directora muy valiente que se atreve a hacer películas sobre temas tabú, que invitan al debate. Tambien me está gustando mucho la serie El misterio de Cemetery Road (2025) de Natalie Bailey, directora y guionista con una larga trayectoria en televisión. Escribo esto recién haber visto los dos primeros capítulos (en Movistar+ a razon de un capitulo semanal). Procede del equipo creativo de Slow horses, una de las mejores series de intriga y espionaje que he visto últimamente. Emma Thompson es su protagonista.
La voz de hind (2025) dirigida por la directora tunecina Kaouther Ben Hania es una película basada en hechos reales sobre el conflicto en Gaza que reconstruye la última llamada de la niña Hind Rajab a los servicios de emergencia, entrelazando el audio real con escenas dramatizadas. Se estrena el 28 de noviembre. Jone, a veces (2025) me gustó cuando se estrenó en Malaga. Su directora, Sara Fantova (32 años), se llevó la Mención especial del Jurado. Una opera prima que toca temas como las relaciones paterno filiales, la enfermedad (parkinson) y el descubrimiento del primer amor y la identidad sexual.
Si de directoras hablamos, la lista en la actualidad es amplísima. Muchas de ellas han salido de la ESCAC (Escuela Superior de Cine y Audiovisuales de Cataluña), entre ellas Elena Trapé (Las distancias, Els encantats) y Marta Díaz de Lope Díaz (Mi querida cofradía, Los buenos modales). Mención aparte merecen Carla Simon, Pilar Palomero o Celia Rico, con películas tan queridas como Romería, Alcarrás, Las niñas, Los destellos, Los pequeños amores o La buena letra.
Algunas han hecho excelentes películas en el ámbito rural, como Gala Gracia con Lo que queda de ti (2025) sobre el regreso a las raíces con Laia Manzanares y Ángela Cervantes como las dos hermanas protagonistas. Ángela también es protagonita de La furia (2025), dirigida por Gemma Blasco, con tres premios principales en el pasado Festival de Málaga: mejor actriz, mejor actor de reparto y mejor montaje. Imposible olvidarme de Sorda (2025), dirigida por Eva Libertad, una de las posibles candidatas a los Goya.
Si volvemos al cine internacional y, a riesgo de dejarnos a muchas, es inevitable nombrar a Coralie Fargeat, directora y guionista francesa con un mundo propio cuya La sustancia (2024) no pasó desapercibida.
Y acabo esta primera entrega con una actriz primero y ahora directora que me gusta muchísimo en ambas facetas, Maggie Gyllenhaal, cuyo debut como directora con La hija oscura (2021) sobre la maternidad no dejo indiferente a nadie. En marzo 2026 estrena su segunda película como directora, The bride (La novia), reinvención de La novia de Frankenstein, con Christian Bale como el doctor y Penélope Cruz como la novia de la criatura.
Arny Carrascosa Villar
Cada día más loco por el cine
