El anticipo a «las calles engalanadas» lo encontramos ya en el libro de fiestas del año 1977 en el que en dicha programación aparece con la siguiente leyenda: «A las 11’30 de la mañana visita a los rincones pintorescos y ajardinados de nuestra población». No se nombra ni a las Autoridades ni a la Reina de las Fiestas, que ese año fue Dorita Rodríguez Balaguer, ni a la Banda de Música.
Durante los años siguientes no se cambió nada del contenido en el párrafo anterior. Hay que buscar en el año 1984 para leer que «El lunes de fiesta a las 11’30 de la mañana se visitará los rincones ajardinados de nuestra población por las Autoridades, Reina de las Fiestas y Banda de Música.
Hasta el año 1987 no hay nada nuevo, todo igual; pero en el programa de dicho año encontramos literalmente: «A las 11’30, visita a las calles engalanadas y jardines del pueblo. Se dará premios de plantas a los lugares más bonitos y cuidados. Esta visita será realizada por las Autoridades, Reina de las Fiestas y Banda de Música.»
El año 1988 se decidió en la Comisión de Fiestas que, ya que el personal de las calles estaba respondiendo muy bien al hecho de recibir plantas, se podría proponer premios más importantes para que, de este modo, pudieran unirse al concurso más calles, sobre todo en la Venta. Y se llegó a la siguiente conclusión:
- Primer premio: un cordero y placa de cerámica.
- Segundo premio: un jamón y 10 litros de vino.
- Tercer premio: 20 litros de vino.
Todas las personas de las calles empezaron a trabajar con las ideas primero, luego con las manos y finalmente con la puesta en escena… Toda la ilusión posible se percibía en aquella gente para hacerlo mejor, más espectacular, más brillante… Salían a cenar a la calle para recabar ideas y la alegría y la ilusión reinaba en quienes participaban.
Pero… con los premios vinieron las primeras pegas: que si nuestra calle es más larga y lleva más trabajo, que si en la vuestra hay más gente, que si… ¡No había acuerdo posible!
Se decidió desde la Comisión de Fiestas que el jurado estuviera formado por personas que no fueran de Buñol, a fin de que las calles participantes estuvieran más de acuerdo con el fallo, pero ni aún así hubo conformidad con lo que se pretendía.
Hasta el año 1992 continuó el concurso de las calles y supongo (yo ya no estaba en la Concejalía) que, por falta de interés, o por suspicacias de la vecindad, o porque ya había desaparecido el entusiasmo del principio, se quitó el evento y fue sustituido de ahí en adelante por «Juegos para los niños en el Barrio Gila y almuerzo de hermandad».
Consuelo Trasobares Serrano
Concejala de Fiestas 1987-1990
