Enseguida os lo cuento
con información de primera,
la fabricación de cemento
una industria pionera.
Sin darnos ningún lamento
y sin que el pelo se me eriza
había una fábrica de cementos
por culpa de la caliza.
Portland decían al cemento
por su color gris fuerte chillón,
la verdad es que no miento
ciudad del estado de Oregón.
No sé si lo recordarás tú
aunque sea un poco lento
le llamaban el Gurugú
a la fábrica de cemento.
Por culpa de unos truenos
ensordecedores donde los haya,
aquí eran los fuertes barrenos
lo comparaban con la batalla
Aunque no dejaban hueco
siempre de pie y sin silla
era un monte de Marruecos
muy cerca ya de Melilla.
Caliza, arcilla y arena
todo ello se tritura
que la mezcla sea ya buena
al horno a alta temperatura.
Cambios químicos hay que pasar
pues salen ya unas bolas,
el krinquer hay que enfriar
y triturar a ellas solas.
Era una de las primeras
en producción de cemento
prestigiosa cementera
muy poco en este momento.
Grande era la producción,
camiones, una pasada
para la reconstrucción
de ciudades devastada.
Lo digo yo ahora mismo
comentándolo mi mente
título fue del franquismo
para reconstruir lo del frente.
Colas de camiones, lo rajo,
se veían en la carretera,
los chóferes en el ajo
junto a la gasolinera.
Y este señor tan majo
y de un buen corazón
subíamos todos al ajo
la primera televisión.
Se apelliadba Alcañiz
el delantal era su ropa
subíamos a ver el Madrid
que era campeón de Europa.
La fábrica sobre todo
que trituraba la roca
la sacaron hasta en el nodo
la más importante de Europa.
Y ese sonido eterno
en casi todas las ventas
producto de los barrenos
o de las antiguas vagonetas.
La caliza de primera
hasta llegar a la meta
ósea, la cementera
usaba la vagoneta.
Pequeños contenedores
que corrían ya muy bien
sin tener ya conductores
por una vía parecida al tren.
Esta profesión tan mala
a veces ya muy sincera
pues barreno, pico y pala
era así ya la cantera.
Y dejándola de prueba
como no quiere ya la cosa
la familia Serratosa
hizo una fábrica nueva.
Una fábrica de primera
no estaba del todo mal
al otro lado de la carretera
y con horno horizontal.
Después cambió ya la cosa
un ambiente menos sano
al venderla los Serratosa
a un grupo de mejicanos.
Me daba mucha pena
y hasta me podría irritar
el sonido de la sirena
para los turnos cambiar.
Reluciente como el sol
una fábrica de primera
hubo siempre aquí en Buñol
fue la industria cementera.
Juan Manuel Aparisi Ortiz
Farmacéutico y licenciado en derecho