Presentación del libro «Ayer»

La tarde del 18 de septiembre, a las 19 horas, en el paseo de san Luis, fui presentado a cuantas personas lectoras quisieron conocerme y llevarse conmigo a casa todas las historias que se han ido filtrando en mí.

Me llamo «Ayer». Y soy un libro.

Mi nombre evoca un pasado lejano, que ha querido contaros todo aquello que ocurrió en un pueblo pequeño y en un tiempo determinado. Sus habitantes, personas que han desfilado ante vosotros con sus glorias y miserias, con sus alegrías y sus penas, han querido haceros partícipes, dejándoos caminar a su lado.

Y sé que es posible que os hayáis reído, llorado, enfadado, enrabiado, divertido, tranquilizado… Y lo sé porque también es posible que se me conciba como sencillo, como fácil, como natural. Y que esa controversia signifique que al no dejar indiferente a quienes lo lean, haya un ramalazo de inquietudes contradictorias y opuestas. Y eso es bueno, o al menos, turbador y profundo.

Había gente en la presentación. Bastante. Había personas que no esperaba, otras que no vinieron… Había también una conexión especial entre los asistentes y lo que se explicaba de mí y me sentí a gusto y feliz.

Me defino como un compendio de 31 relatos independientes. Cada uno de ellos nos cuenta un tema y cada tema es diferente al anterior. Sin embargo, todos ellos tienen un denominador común y es que van encadenados, es decir, que el final de un relato es el principio del siguiente, dando paso de este modo a una nueva situación, a un tema nuevo, a nuevos personajes y a un nuevo espacio y tiempo.

También he de deciros que los capítulos son introducidos por imágenes alusivas a lo que va a contarse y son tan reales que te hacen vivir dentro del libro. Esto a mí me emociona porque es algo nuevo, diferente e insólito.

Yo, «Ayer», soy un libro de lectura cómoda, fácil. Ágil y al mismo tiempo sutil.

Que narra, pero también critica.

Que desentraña el pasado de unos años sombríos y duros y al mismo tiempo maravillosos para aquellos niños y niñas que todavía podían disfrutar de su niñez sin miedo.

Que nos sitúa en una época en la que hasta pensar estaba censurado…

Yo, «Ayer», no presento un vocabulario enrevesado ni ampuloso. Soy el resultado de la imaginación y de la memoria propia y de la que recibí de mis mayores escuchándolos hablar del pasado.

Me llamo «Ayer» y he sido escrito por Consuelo Trasobares.

Consuelo Trasobares Serrano
Autora del libro «Ayer»

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