Bonita frase pero, por desgracia, no aplicable a todos los pueblos y ciudades del mundo. En pleno siglo XXI todavía hay países en los que querer a quien quieres se castiga. En 72 países ser gay o lesbiana es ilegal y en 8 de ellos es causa de pena de muerte.
Pero, hoy, ahora mismo, no hay que salir de nuestras fronteras para encontrar energúmenos que pretenden volver a tiempos de la Inquisición y castigar al amor entre personas del mismo sexo. Unos lanzan su VOX a los cuatro vientos y otros, por corrección política, no lo hacen, pero pactan con los que sí –me dan mas miedo los que pactan, a los otros se les ve venir–, pero la realidad es que tanto unos (VOX) como otros (PP y Ciudadanos) utilizan cualquier excusa para frenar un movimiento que es imparable. Ellos saben que no nos van a parar porque estamos hablando de AMOR, pero insisten y, como saben que no tienen razón, que la ciudadanía va muy por delante de ellos, se buscan razones en las que nadie cree, como por ejemplo el querer sacar el ORGULLO fuera del centro de Madrid, algo meramente anecdótico comparado con el ataque directo a la sede LGTBI de Barcelona; o el poner trabas a la creación de una ley de igualdad o a la Ley contra la Homofobia. Pero no lo van a conseguir, no van a conseguir que la sociedad española sufra un retroceso de tal calibre.
El 28 de junio de 2019 se cumplen 50 años de los disturbios de Stonewall, en Nueva York, una fecha en la que se dijo “basta” a la homofobia y que se conmemora cada año. Ese día el Orgullo recordará el camino recorrido desde hace 50 años, 40 desde la despenalización de la homosexualidad en España y reivindicará la universalidad de los derechos de lesbianas, homosexuales y transexuales.
Y en Buñol también lo celebraremos, como venimos haciéndolo los últimos años, por los que ya no están, por los que estamos y por los que estarán en un futuro libre de homofobia.
En algún lugar, por encima del arco iris, los sueños se harán realidad.
Arny Carrascosa Villar
Orgulloso de ser quien es