Empecemos por hablar un poco de esta fotografía. Está tomada en Los Ríos, Venta Mina (Buñol-Valencia) en el verano de 1918, a primeros de septiembre, en la propiedad de Rafael Ballester Ortiz. La figura central de la instantánea es Pablo Iglesias Posse. A su lado, a la derecha en la fotografía, totalmente vestida de negro, está su compañera Amparo Meliá Monroig. Detrás de ella, Vicente Marco Miranda. La joven que hay a la izquierda de la foto es Maruja Ferragut Espert y entre esta joven y Pablo Iglesias está Esperanza Ballester. Rafael Ballester está de pie entre Esperanza y Pablo.
Lamento no haber podido averiguar el nombre del resto. Llaman la atención en esta fotografía los delantales, las alpargatas y los zapatos de cordones, el gran lazo coronando a la niña y la abertura en el calzón del bebé, que seguramente estaba aprendiendo a hacer pis sin pañal. Y, cómo no, un perro acostado, posando. Aunque lo más llamativo es la presencia de Pablo Iglesias y Amparo Meliá en Buñol. ¿Qué estaban haciendo aquí? ¿Y por qué en el «Chilero»? ¿Era la primera vez que visitaban Buñol? ¿Quién era Rafael Ballester Ortiz?
La versión más extendida afirma que en 1914, siendo Iglesias perseguido por su condición política y sindical, un amigo valenciano lo cobijó en una vivienda ubicada entre Buñol y Yátova. El gobernador ordenó al alcalde de Buñol que la Guardia Civil lo detuviera; pero el alcalde le previno y le acompañó por el monte a la finca del «Chilero», escapando a la detención. Según declaraciones de Vicente Rodríguez Lisarde a Voces de Buñol [núm. 135 de julio de 1984]: «(…) Pablo Iglesias vino la primera vez a Buñol cuando lo desterraron a 200 km de Madrid. Sí, vino a Buñol, que ya tenía de alcalde al tío Pitostes, que le decían, y que era del partido republicano».
Dos cuestiones. La primera: en su biografía no consta que en 1914 el Gobernador de Valencia diera orden de captura para Pablo Iglesias. Recordemos que en 1914 fue elegido concejal del Ayuntamiento de Madrid y diputado por esta misma ciudad por la Conjunción Republicano Socialista. La segunda: a pesar de haber preguntado a algunos mayores de Buñol sobre el apodo «Pitostes», no me supieron dar referencia. Sí sé que en 1914 el alcalde de Buñol era Marcelino Zanón Fayos.
Rafael Ballester fue un luchador incansable contra el caciquismo y por la unión de los «progresivos» del distrito de Chiva. Para conocer algo de su personalidad, resulta muy interesante la descripción que hace de sí mismo: «(…) ni soy, ni he sido ni aspiro á ser político de profesión, ni ostento otra representación que la que corresponde a quien, en todo momento y ocasión, no regateó entusiasmo y constancia en defensa de su ideal, condensado en este lema «Libertad y Cultura» (…)». [El Pueblo núm. 7621 del 14/02/1913].
En 1914 encontramos dos artículos de Rafael Ballester en El Pueblo, periódico del que sería corresponsal en Buñol. En el de febrero profundiza sobre la emancipación de la clase obrera y su salida de la ignorancia. En el de diciembre, titulado ¿Qué serán los que no son nada? hace una demoledora crítica a lo que dejó de ser el republicanismo que distinguía e imperaba en Buñol. El quincenal El Eco de Buñol publicó el 25 de junio de 1916 una carta abierta de Ballester. Habla de las debilidades y fortalezas de Buñol y sus habitantes: de la pobreza, de la hospitalidad, de sus ricos paisajes y aguas, de los esfuerzos de los antepasados luchadores por la libertad y el progreso, relativamente cultos y librepensadores, de la vanidad… También, en otro artículo, habló con dureza sobre la marcha de Buñol del profesor José Casasola.
Y el 14 de septiembre de 1918, después de haber pasado más de un mes en la finca que Rafael Ballester tenía en los Ríos, llegó a la estación de trenes de Valencia, procedente de Venta Mina (Buñol), Pablo Iglesias Posse. En la estación le esperaban comisiones de socialistas y republicanos. Allí había recibido multitud de visitas de amigos y socialistas que se interesaron por su salud. Entre ellos recibió al catedrático Andrés Ovejero y a Marco Miranda, redactor-corresponsal de El Figaro en Valencia, quien a cuatro columnas redacta un artículo titulado «Hablando con Pablo Iglesias». Marco describe en el artículo a Rafael Ballester como un hombre popular, inteligente, hospitalario y efusivo. De la finca de los Ríos dice que «es modesta en cuanto á extensión, pero pródiga en bellezas naturales y condiciones de salud» [El Pueblo núm. 9636 del 15/09/1918].
Cuenta Emilio Estellés que el 18 de septiembre de 1918, en el acta de nacimiento de Pablo Rafael Pérez Rehués, firma como testigo Pablo Iglesias Posse [1986. Relatos e historias de Buñol I]. Pero Iglesias había salido el 14 de septiembre de Buñol con destino a Valencia, donde iba a pasar unos días antes de regresar a Madrid. Comprobada la información, vemos que en verdad fue testigo de la inscripción de nacimiento el día 8 de septiembre (no el 18). El segundo testigo fue Vicente Marco Miranda y el compareciente para inscribirlo fue Rafael Ballester Ortiz, tío segundo por consanguinidad del recién nacido y en cuya casa de la calle Colón, 44, nació. Podemos apreciar las firmas de los tres en el acta de nacimiento de Pablo Rafael (que llevó sus nombres).
Rafael Ballester Ortiz fue concejal republicano en Buñol entre 1919 y 1923, año en que se instaura la dictadura de Primo de Rivera. Sabemos también de él, por el historiador Vicent Sampedro Ramo, que fue masón «miembro de Federación Valentina n.º 2 entre 1925 y 1927» y que diez años después de finalizada la Guerra Civil española, el Tribunal Especial para la Represión de la Masonería y el Comunismo: «(…) incoó el sumario 332/1949, aunque a nombre de Rafael Ballester Labrador, confundiendo su ocupación con su segundo apellido. (…) fue declarado en rebeldía (…) hasta 1958, (…) cuando se aclaró la confusión, no habiendo dudas de que se trataba de la misma persona; pero al mismo tiempo se señalaba que Ballester había fallecido en 1951(…)» [XII Symposium Internacional de Historia de la Masonería Española. Colección «Actas»].
Con su nombre completo y correcto –Rafael Ballester Ortiz– lo encontramos en el Centro Documental de Memoria Histórica. [ES. 37274. CDMH/9.8.11.14/DNSD, SECRETARÍA, FICHERO 6, B0009862. Dictadura de Franco. Represión Política (1937/1977) Fichero N.º 6 de la Sección Político Social].
El socialista Pablo Iglesias Posse falleció el 9 de diciembre de 1925, con 75 años de edad, siete años después de haber pasado un verano en Buñol intentando recobrar su salud en casa de un amigo republicano. Allí, en Los Ríos, existe un monolito en honor a Pablo Iglesias al que recurrentemente se va el Primero de Mayo para depositar un ramo de rosas. Con el permiso de la familia, el próximo 13 de diciembre habrá un acto especial en el «Chilero» en memoria de Pablo Iglesias, conmemorando el centenario de su muerte y los ciento setenta y cinco de su nacimiento. Sea este artículo, también, un recuerdo para Rafael Ballester Ortiz.
Alicia Hernández Carrascosa
Buñolera
