Terminó la primera vuelta con la visita del C.D. Veteranos At. de Buñol al campo del U.E. Alaquás i Walter y, con toda seguridad, con el mejor partido de los nuestros en lo que va de temporada. El 0-2 final no refleja en absoluto la apabullante superioridad del Buñol, que pudo haber logrado una goleada de escándalo de haber aprovechado la multitud de ocasiones de las que dispuso.
Un solo puesto de diferencia en la tabla, 5º contra 6º, pero una diferencia abismal sobre el terreno de juego. El Buñol salió desde el minuto 1 a presionar la salida del balón local. Además, el Alaquás intentaba siempre sacar el balón jugado, pero la presión del Buñol era asfixiante y apenas les duraba el balón unos segundos. Y no solo cuando el equipo local intentaba sacar el balón, también cuando el propio Buñol lo perdía, la presión tras pérdida era contundente. El resultado, un Alaquás que no sabía cómo jugar y un Veteranos Buñol disfrutando sobre el campo y creando numerosas ocasiones y, sobre todo, jugando bien al fútbol, con velocidad, al primer toque y con mucha movilidad. Las grandes dimensiones del terreno de juego esta vez favorecieron a los nuestros.
La lesión de Rumbo tras una jugada de tiralíneas perfecta que a punto estuvo de convertirse en gol, dejaba al equipo con cierta incertidumbre. Rumbo se marchaba con un fuerte esguince de tobillo (recupérate pronto, crack) y en su lugar entraba Fran, que reaparecía tras dos meses por lesión. En el banquillo, solo Polo, lesionado y Toni Villanueva, quien, a pesar de estar resfriado, tuvo que cambiarse para ayudar al equipo.
Pero la cosa no cambió. A los 20 minutos Vega, en una de sus frecuentes incorporaciones al área, abría el marcador con un buen remate de cabeza tras una gran jugada colectiva del Buñol. Las ocasiones seguían sucediéndose, a balón parado, en contraataques, tras robar al rival o subiendo el balón, el fútbol del Buñol era puro espectáculo, pero, a pesar del baño, no llegaba la sentencia.
En la segunda mitad, tras el desgaste de la primera parte y el frío de la tarde-noche, el Buñol bajó un poco el ritmo, pero el Alaquás tampoco mostraba suficiente intensidad como para poder dar la vuelta a la situación. Poco a poco el Buñol se fue haciendo amo del balón, sin tanta velocidad ni verticalidad como en la primera parte, pero con un dominio claro. Seguían llegando las ocasiones y la falta de acierto cara al gol, y la relativa calma con la que el Buñol controlaba el partido se rompía en un par de contraataques y en un par de córners que pusieron en aprietos a los nuestros. La incertidumbre del marcador seguía ahí.
Hasta que en un contraaqute, en el minuto 80, Aquila recibía un pase largo de Héctor y sorprendía al portero local con una vaselina perfecta. Por fin llegaba el gol que daba la tranquilidad y hacía justicia al gran fútbol de los visitantes. Y aún pudo llegar el tercero, pero el marcador no se movió.
Termina la primera vuelta y, a pesar de que las lesiones han sido las indeseadas protagonistas, el equipo está bien situado, en cuarta posición, a 6 puntos del líder y solo 3 del segundo, y con ganas de luchar hasta el final por estar en lo más alto.
