La penosa actuación arbitral, la presión del rival y la mala suerte impiden al C.D. Veteranos sacar algo positivo de la batalla del Barrio del Cristo.
En muchas ocasiones parece lo más sencillo culpar al árbitro del resultado, pero cuando se juega un partido tan igualado, tan tenso y tan intenso, cualquier detalle puede definir el partido, y el árbitro tuvo hasta cuatro ocasiones determinantes para el resultado final, y siempre decidió a favor del equipo local.
Hay que señalar que el C.D. Veteranos está teniendo muy mala suerte con las lesiones este año. Hasta cuatro jugadores (Fran, Nelo, Polo y Toni) andan tocados, por lo que el Buñol se presentó en el campo del actual subcampeón con un solo cambio.
No obstante, el equipo es competitivo y respondió como se esperaba, plantando cara a un rival muy duro, que presiona cada balón y se preocupa más por destruir que por construir. A partir de ahí, balones largos en busca de su delantero centro y a buscar la segunda jugada para sorprender al rival. Pero la labor de Vega y Juan (central de emergencia), junto con el apoyo defensivo de Negro fueron suficientes para dejar sin ocasiones claras al equipo local. Solo una tuvieron, en el minuto 68. En un cúmulo de desaciertos y mala fortuna de los nuestros, el Veteranos Juventud logró colarse por la banda derecha para poner el pase de la muerte y lograr el único gol del partido.
Pero antes sucedieron muchas cosas. En el minuto cinco, un despeje de Negro se convirtió en un peligroso contraataque cuando Aquila ganó la posición al defensa y pisó el área con el balón controlado. Mano a mano con el defensa en el lateral del área, silencio en la grada, recorte eléctrico hacia afuera y una clara patada que se oyó en todo el campo. Aquila cae. ¿Demasiado pronto para pitar penalti? Eso debió pensar el árbitro, porque fue clamoroso.
El Juventud seguía a lo suyo, llevando el partido a su terreno, y el Buñol sufría porque no podía bajar el balón y jugarlo por el suelo, que es lo que más le gusta. En las pocas ocasiones en que logró hacerlo, a través de Héctor o Iván, daba sensación de peligro, pero la falta de continuidad desesperaba a todos. La jugada más clara llegó en el minuto 30, cuando Sean lanzaba un pase largo a Aquila quien, escorado a la banda izquierda, centraba para que Quique rematara de cabeza en el segundo palo. Pero el balón se fue alto, y para desgracia visitante, cinco minutos después el propio Quique caía lesionado en otro contraataque.
El C.D. Veteranos de Buñol tenía que afrontar la segunda mitad sin cambios, pero nunca bajó la cabeza y siguió luchando un partido cada vez más incómodo, feo de ver para el espectador, lleno de tensión, faltas, juego detenido, protestas.
En el minuto 10, en una buena presión del Buñol, Aquila se planta completamente solo hacia la portería y es agarrado y derribado por el defensa local. La clara tarjeta roja la transformó el árbitro en amarilla, ante la sorpresa e indignación de los nuestros. Otra jugada clave que se fue al limbo. Como la agresión que sufrió el propio Aquila minutos después, una patada sin balón que el árbitro tampoco vio. Daba la sensación de que el equipo local tenía manga ancha para plasmar su estilo futbolístico.
El gol local fue ya demasiada losa para el Buñol. Los locales se dedicaron a hacer el partido un poco más difícil, con pérdidas de tiempo, faltas reiteradas, protestas… Los visitantes no bajaron los brazos e intentaron presionar hasta el final, y en una de esas Sean cayó derribado en el área visitante. Pero si no pitó penalti en el minuto 5 no lo iba a pitar en el 90.
Mal resultado, pero sensación de poder plantar cara a cualquiera, en cualquier campo y frente a problemas incontrolables, como las lesiones o las actuaciones arbitrales. La semana que viene hay descanso y en la cuarta jornada el Buñol recibirá al Yátova para resarcirse de esta dura, por cómo ha sucedido, derrota.