Siguiendo la narración
no queda del todo mal
voy con la explicación
de mi pueblo natal.
Pueblo de gente sana
y muy bella orografía
la Suiza valenciana
título de geografía.
No había ni un solo tío
ni privilegiadas mentes
que no conociera el río
y sus maravillosas fuentes.
Un recorrido sin fin
para el cansancio fatal
desde el mismo Carcalín
hasta el Puente Natural.
Y no te hagas ilusiones
ni te subas al a parra
bañarnos en los Peñones
o en la mismísima Jarra.
Y teniendo a mano
una ermita ya muy bella
en Puché o en Soriano
una buenísima paella.
Sea tarde o temprano
sabiendo donde te metes
te vas para el el Hortelano
al lado de los pilaretes.
No hay que ir muy lejos
para darte un buen festín
paella de pollo y conejo
de Prasedes y el tío Martín.
Borrunes se resarza
este sitio bello y sano
pues guisa el tío Galarza
que tiene muy buena mano.
En este paseo urbano
íbamos mucho a cenar
era cine de verano
películas que proyectar.
Sin que fuera ya muy fina
ni que pareciera el rastro
película de Antonio Molina
y de la actriz Estrellita Castro.
Y sin llegar hasta el fin
ni darnos mucho la lata
películas de Errol Flynn
de vaquero o de pirata.
Y otra estancia no nueva
al lado conjunto papelero
dentro de Turche la cueva
había un buen merendero.
No seamos tan pillos
y recordar bien tu mente
también en el Roquillo
debajo del mismo puente.
Y recuerdo yo a un tío
sirviendo una buena mesa
en el mismo Juanes río
o en la misma Condesa.
No era alta la renta
y bastante que pagar
pues había ya 2 ventas
posadas pa pernoctar.
Y después de una siesta
ellas guapas con su laca
la calle Cid era fiesta
hasta el chalet de la Taca.
Y os diré ya una cosa
alta llevaban la cara
desde Beltrán, Carrascosa
los Hernanis, los Milara.
Y recordad bien, amante,
y ahora lo voy a decir
aquellos veraneantes
dejaron ya de venir.
Y ahora lo lamento
aquella industria fiel
pues apenas hay cemento
y no queda ya papel.
BUÑOL LOS BARES
Acordaos de una cosa
y apuntarlos en la lista
la sepia de Carrascosa
y el ajillo de Bautista.
La cerveza de barril
siempre era primera
pasada por serpentín
y en barriles de madera.
Y ese vermut ya casero
aunque un poco cabezón
se tomaba ya primero
la oliva y el boquerón.
Escabeche una ración
no resultaba barata
si era de un buen mejillón
que te lo traían en lata.
Y era una buena maña
cuando ya no hablabas mas
te dejabas ya las cañas
y emprendías el Biter Kass.
Antes de ir al matadero
tertulia de personas listas
el tío Pajarillo, Baoro Setaguero
Godo, el Industrial y el tío Bautista.
Formaban una gran piña
del inteligente hasta el pillo
a las seis estaban en la Viña
pa el cortao o el carajillo.
De todo ya disertaban
los temas ya de cultura
pero de lo que más hablaban
sin duda, la agricultura.
Y ya de por la mañana
explicaban ya sus iras
y aunque pareciera sana
era un carro de mentiras.
De una cosa no he hablado
esto a mí sé que me inquieta
me refiero a los granizados
Rosales y la tía Emilieta.
Con la cabeza bien alta
como si estuviera en París
horchata, limón y malta
hacia la Emilieta Alís.
Rosales era una pasada
conocido por su motes
la leche merengada
la familia Caberotes.
Y allá arriba en Las Ventas
sin levantarte de la silla
época de pocas rentas
estaba el bar de Negrilla.
Buenas tapas y gran exprés
y una sepia ya divina
era el bar de Andrés
al lado de las 4 esquina.
Y para ser sincero
y llegando a buena lid
Carrascosa, el Litro y Polero
en la misma calle El Cid.
La gente los frecuentaba
desde la mañanas temprano
café o carajillo se tomaba
o un desayuno muy sano.
Un almuerzo muy rico
para hacerte buen bocata
en casa Alís Amparico
buen atún de los de lata.
Con condimentos sencillos
y en un ambiente divino
nos juntábamos los vecinos
pa comer el bocadillo.
Y aquí termina la historia
tanto del pueblo y La Venta
recuerdos de la memoria
de la década de los sesenta.
Juan Manuel Aparisi Ortiz
Farmacéutico y licenciado en derecho