Las quejas sobre los supuestos engaños por parte del Gobierno y las Instituciones son constantes, tanto en las redes sociales como en la barra del bar. Pero muchas veces el problema no se encuentra en que nos intenten engañar deliberadamente, sino en que no tenemos conocimiento de lo que podemos reclamar. Si no sabemos cuáles son nuestros derechos difícilmente vamos a poder luchar por ellos.
Está claro que no tiene sentido luchar contra los imposibles, pero si hay algo a lo que tenemos pleno derecho tampoco es lógico que lo dejemos escapar. Y mucho menos que lo hagamos por no tener conocimiento de a qué teníamos derecho.
Si tienes dudas, pregunta
A menudo, cuando nos encontramos en una situación en la que salimos perdiendo frente a un organismo o institución importante, damos por sentado que somos nosotros los que estamos equivocados. Pero la realidad es que en numerosas ocasiones hasta las instituciones más relevantes cometen errores.
Por lo tanto, si te han denegado alguna ayuda o te han impuesto alguna sanción sin que tengas demasiado claros los motivos, la respuesta es clara: pregunta. Prácticamente todas las instituciones tienen servicios de atención o cita previa en los que los ciudadanos pueden resolver sus dudas. Simplemente tienes que pedir cita y acudir a las oficinas del organismo correspondiente para preguntar por aquello que necesites.
El desconocimiento es el primer paso para que puedan denegarnos derechos que nos corresponden, por lo que intentar resolver todas nuestras dudas es el primer paso para evitar engaños indeseados y problemas posteriores.
Demandar instituciones no es ninguna locura
Es fácil que podamos pensar que poner una demanda contra instituciones como la Agencia Tributaria o la Seguridad Social es una locura, porque son organismos tan grandes que pueden tener siempre las de ganar. Pero la realidad es que no es así, y hay numerosos casos en los que ciudadanos de a pie han conseguido resolver sus problemas recurriendo a la vía legal contra instituciones de gran tamaño.
Simplemente debes tener claro cuáles son tus derechos, y de esa manera interponer la demanda sabiendo claramente que tienes opciones de ganar. Si con la ley en la mano tienes la razón en tus demandas, por muy grande que sea la institución no habrá posibilidad de que te nieguen lo que te corresponde.
Un ejemplo en el que una ciudadana ganó a las instituciones
Hace algún tiempo conocimos un caso en el que a una ciudadana se le negó una pensión de incapacidad por no haber cotizado el número mínimo de días. Sin embargo, ella se dio cuenta de que no se le habían incluido los días posteriores al nacimiento de su hijo, por haber dado a luz en el extranjero. Pero ella sabía que esos días tenían que ser añadidos, así que no dudó en interponer la demanda y finalmente pudo disfrutar de su pensión por incapacidad. No siempre los grandes salen ganando.
Javier Gázquez.
Experto en marketing ‘on line’.
Fundador de la web ‘blogtimista‘
