Una década del Tomate en el primer viernes de Ferias

Desde hace diez años no hay un primer viernes de Ferias en el que el Tomate haya faltado a su cita. Lo que comenzó como una anécdota entre amigos, sin más pretensión que los visitantes a nuestra Feria y Fiestas pudieran hacerse una foto con uno de los símbolos por excelencia de Buñol, con el paso de los años se ha convertido en una tradición.

Todavía recuerdo ese viernes de hace una década cuando Mateo Pérez y Rafa Grancha llegaron al tablón de la Plaza del Pueblo donde estábamos reunidos los amigos para cenar, con el primer tomate de cartón piedra y una más que rudimentaria anda para portarlo. La idea inicial, además de cederlo a quién quisiera hacerse fotos con él, era pasearlo por toda la plaza para echarnos unas risas. Al terminar el ágape, Mateo me hizo una propuesta: –amiga, ¿te atreves a coger el Tomate conmigo?. La respuesta ya la conocéis.

Esa noche, el Grupo Kooperativa, que por aquel entonces se disfrazaba y realizaba un pasacalles desde el principio de la calle Cid hasta la entrada del recinto Ferial, junto a la Charanga de Los Xinos, nos invitaron a unirnos a su comitiva y a convertirnos en el tercer elemento de una noche que, para muchos vecinos de Buñol, es la mejor de toda la Feria y Fiestas de la localidad.

Tanto fue el Tomate de mano en mano, tantas veces “voló” hacia el cielo y tan bien lo pasamos agitando el anda arriba y abajo, que no sobrevivió a esa primera noche, a pesar de que en la “empalmá” volvimos a exponerlo para deleite de todos los extranjeros que abarrotaban la Plaza del Pueblo la noche anterior a La Tomatina.

Al año siguiente, no lo dudamos y decidimos repetir la experiencia con un nuevo Tomate más elaborado y una nueva anda. De nuevo, nos unimos a los disfraces del Grupo Kooperativa y a la alegría y a la fiesta que aportan Los Xinos con sus pasodobles y temas populares durante el trayecto hasta San Luis, donde se ponía el punto y final en el momento más álgido de la noche con el Himno a Buñol, interpretado a viva voz por todos los buñoleros que se unían a la fiesta durante el recorrido.

Y así, han ido pasando los años, y gracias a la buena acogida que ha tenido entre los vecinos de Buñol, Mateo y yo hemos podido vivir momentos únicos que quedarán grabados para siempre en nuestra memoria, como la primera vez que se abrieron las puertas del Ayuntamiento para que los más de una veintena de músicos de Los Xinos y el Tomate subieran al balcón del consistorio para interpretar nuestro querido himno con una plaza abarrotada de buñoleros, con los pelos de punta entonando “las fábricas resuenan y las escuelas cantan, himnos de libertad, progreso y democracia, fraternidad y amores, fe y paz republicana”.

A pesar de que en la actualidad el primer viernes de ferias ha ido sufriendo variaciones tales como que ya no se desfila hasta el Paseo San Luis o que hace algunos años que desaparecieron los disfraces, lo que no cambia son las ganas de pasarlo bien entre la gente de todas las edades que disfruta de una noche única en la que queda bien patente el sentimiento de todo un pueblo por lo suyo, y en la que el Tomate ya forma parte de esa gran velada.

Delia Bullido García
Periodista y portadora del  Tomate

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