Queremos aprovechar estas líneas para trasladar desde el Movimiento Democrático de Mujeres de Buñol nuestras condolencias a las familias de los fallecidos por la Dana y mostrar nuestras solidaridad con todas las personas afectadas. Y agradecer a la sociedad su respuesta ante esta catástrofe, desde los miles de voluntarios y voluntarias que se han volcado en la limpieza de nuestros municipios hasta la última persona que ha donado para ayudar al pueblo valenciano.
Valencia ha sufrido una catástrofe que nos ha dejado ha todos en shock y emocionalmente va a costar volver a cierta normalidad. Por ello, desde aquí solicitamos a las administraciones públicas, de cualquier índole, que incluyan la ayuda psicológica en los planes de recuperación. La situación vivida aquí ha mostrado el lado más solidario de la ciudadanía, el conjunto de la sociedad se ha implicado en la ayuda de nuestros pueblos. Pero no hay que olvidar que el ser humano también tiene un lado cruel y violento que lo hace capaz de asesinar a una madre delante de su hijo de 11 años, dejándolo, además de huérfano, traumatizado para toda su vida.
Todo esto hace que se planteé una cuestión: ¿resulta más fácil ayudar en sociedad, detrás del anonimato, a un grupo numerosos de personas, que ayudar de individuo a individuo?
Para la mujer que escribe estas líneas la respuesta está clara y concisa. Está claro que, cuando prestamos auxilio en colectividad, sin miedo a que nos identifiquen, sí que nos involucramos. Sin embargo, cuando se trata de actuaciones que requieren de decisiones unipersonales y de intervenir de forma particular, somos capaces de ver cómo la vecina está siendo golpeada o agredida sexualmente y no intervenir para no involucrarnos.
Durante el mes de noviembre se han celebrado varios juicios en los que exponían la peor cara de la humanidad. Aquí en España se ha celebrado el juicio de Samuel Luiz, asesinado por una jauría humana a grito de «maricón de mierda». También se ha celebrado el juicio de Wafaa, asesinada por ser musulmana y atreverse a rechazar a un hombre. En Francia ha tenido lugar el del caso Pelicot, una mujer violada cientos de veces con el consentimiento de su marido, mientras él mismo la drogaba para que los otros hombres, vecinos, pudieran abusar de ella. Mientras termino este artículo, han condenado a cuatro jóvenes por el asesinato de Samuel, una mujer de 46 años ha sido asesinada por su pareja, que posteriormente se ha suicidado, delante de su hijo de 11 años.
Tampoco nos podemos olvidar que en el mes de Noviembre la Guerra de Ucrania se ha recrudecido, los ataques de Israel contra Líbano y Palestina siguen igual de sangrientos, con el único cambio de que el nuevo gobierno de Estados Unidos no reconoce al pueblo Palestino. Para cuando se publique, seguramente el panorama internacional habrá cambiado drásticamente, pero eso ya lo dejamos para 2025.
El mes de diciembre siempre es sinónimo de esperanza y humanidad, de familia y compasión, de paz y renovación. Y, desde este Movimiento de Mujeres confiamos en que todos estos valores se pongan en valor con mayor fuerza para el 2025 y que se tiendan muchos puentes de solidaridad con nuestras vecinas y vecinos y con los pueblos que están siendo aniquilados. Felices Fiestas.
MDM Buñol
Movimiento de Mujeres Democráticas