Buñoleros ilustres: Joaquín Carrascosa Hernández (Buñol 1788 – Valencia 1867)

Joaquín Carrascosa Hernández es uno de esos intelectuales de élite, coetáneo de la Ilustración Española, cuya diversidad de saberes y ostentación de altos cargos en varias disciplinas, nos han hecho difícil su clasificación a la hora de situarlo en este capítulo de buñoleros ilustres. 

Podríamos haberlo situado en los apartados de política o ciencia y hubiese encajado perfectamente. El clasificarlo como eclesiástico se debe, fundamentalmente, a ser esta su etapa más intensa y dilatada en el tiempo.

En el árbol genealógico que se muestra vemos que Joaquín es hijo de Ildefonso Carrascosa Rodríguez y Agustina Hernández Perelló, ambos de Buñol. Ha sido el Dr. Manuel Beltrán Carrascosa, hijo del Dr. Beltrán Báguena, quien nos ha facilitado esta genealogía de la que ambos forman parte, aunque de forma indirecta, como puede verse al final.

En 1819 es nombrado alcalde de Buñol, según el libro «Real Sociedad Valenciana de Agricultura y Deportes a través de sus presidentes» (2009)1, pero la vocación de Joaquín es el sacerdocio. Cursa estudios de derecho canónico en la Universidad de Valencia y su trayectoria sacerdotal es muy brillante, a juzgar por los altos cargos que desempeña en la Iglesia. Es arcediano de la colegiata de Alicante y canónigo de la Catedral de Orihuela. En 1842 es nombrado canónigo prebendado de la Catedral de Valencia y, por último, marcha a Sevilla como obispo electo de dicha Diócesis. 

Veamos ahora su dilatado currículum en el ámbito seglar, siempre en cargos de alta responsabilidad. Ejerce de profesor de Botánica en la Universidad de Valencia y en 1836 es nombrado director del Jardín Botánico de la Universidad. Ese mismo año, la Sociedad Económica de Amigos del País crea la Cátedra de Agricultura, que es inaugurada y dirigida por Carrascosa con 148 alumnos y 47 oyentes. En un modélico discurso inaugural, expone una concepción de la agricultura como una compleja área aplicada de amplia base científica, basada en parámetros tales como «la fisiología vegetal y la botánica descriptiva para la evaluación de los métodos de cultivo; la química para el análisis de los suelos y abonos; la mecánica; la meteorología; la economía»…  Utiliza como aula el Jardín de Agricultura, que ocupaba la mitad del Jardín Botánico. Por una Real Orden de 1841, Carrascosa es equiparado a Catedrático Universitario.

Como director del Hospital General de Valencia, en 1859 es galardonado con el título de Comendador de la Real y Distinguida Orden de Carlos III.

En 1859, aportando recursos económicos propios, funda la Real Sociedad Valenciana de Agricultura, siendo su primer presidente por elección, además de socio protector. Esto último equivale a pagar cinco veces el importe de la cuota. 

Gran conocedor de la ciencia de la agricultura, Carrascosa publica algunos libros sobre el tema. También le apasiona la sericultura, en la que investiga, con recursos propios, sobre la aclimatación de gusanos de seda de otros países, así como en la obtención de distintas texturas de seda.

En 1864, y en cumplimiento de los estatutos, causa baja como presidente de la Real Sociedad Valenciana de Agricultura, con un emocionado discurso de despedida y unos meses después se le nombra Presidente Honorario Vitalicio. 

Fallece en Valencia a las cuatro de la madrugada del día 18 de mayo de 1867, el día que cumplía 79 años.

Tras su muerte, su biblioteca, de unos cinco mil volúmenes, pasa a sus herederos, aunque una buena parte de la misma se encuentra en la sociedad que él fundó.

Finalmente, y como dato interesante asociado a Joaquín Carrascosa, es oportuno citar a Ildefonso Carrascosa Morató, sobrino carnal de nuestro personaje. Ildefonso es otro buñolero ilustre, que fue alcalde de Buñol durante el período 1863-1872, promotor de nuestras bandas de música, rico agricultor y hombre culto que escribió al menos un par de libros: «Agricultura práctica» y  «De Buñol a París», este último con ocasión de su viaje a la Exposición Universal de París (1878).

1 – Este dato es dudoso, ya que el primer alcalde de Buñol, según Emilio Estellés, data de 1845, nueve años después de la emancipación del señorío. Cabe la hipótesis de que, ya por aquellas fechas de 1819, los condes nombraran alcaldes sin poder ejecutivo, como gesto de cercanía al pueblo.

Fuente de datos:
– Dr. Manuel Beltrán Carrascosa e internet.
Del libro «La Villa de Buñol en el tiempo» (2ª edición – 2022) (Con permiso de su autor).

Juan Simón Lahuerta
Buñolerómano

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