En los zapatos de Elísabet

Desde que el primer libro de la saga «Valeria» cayó en mis manos, allá en 2013, siento una incontrolable atracción hacia cada uno de los libros de Elísabet Benavent. Por algún motivo la siento cercana, quizá por su edad, por saber que es valenciana, como yo, y también por cierta admiración hacia alguien que cumple su sueño de ser escritora, cada vez de más éxito.

Elísabet nace en 1984 y desde bien joven siente la necesidad de devorar libros y también de escribir. Por suerte para sus lectores, y tras obras que no han visto la luz, la saga «Valeria» irrumpe en nuestra sociedad. Fue todo un descubrimiento, un verdadero boom. Tanto, que se tradujo a varios idiomas y que, años más tarde, tuvimos la oportunidad de disfrutar en la pantalla, poniendo así cara a los personajes que formaron parte de la vida de aquellos que descubrimos las idas y venidas de un grupo de amigas en la gran ciudad y con quienes era fácil identificarse en muchas situaciones.

Tras Valeria y sus amigas conocimos a Silvia, Maggie, Martina, Sofía, Macarena, Catalina, Margot… Cada una distinta, en distintos escenarios, pero todos los personajes de Elísabet Benavent llegan, tocan, se hacen un poco tuyos cuando abres uno de sus libros y empiezas a conocer su historia. Siempre personajes arrolladores que enganchan, se instalan en ti para siempre.

Las lecturas son tan apasionadas, profundas, divertidas, tocan siempre alguna tecla que te hace vivir la historia, teniendo en muchas casos que sacrificar horas de sueño por no poder cerrar el libro hasta terminar. Los libros de Elísabet tienen banda sonora. En ocasiones te hacen sentir que tu podrías ser él o la protagonista, despierta en ti recuerdos del pasado que pueden ser más o menos agradables, te hacen pensar en sentimientos, reflexionar, por supuesto, reír, pero en alguna ocasión incluso llorar. ¿Acaso la vida no es un combo de sensaciones? ¿Acaso no van marcando nuestras decisiones y vivencias lo que somos? 

Creo que el éxito de Elísabet es esa capacidad de llegar al público, a muchos tipos de público, que hace que estemos esperando nuevas historias cada vez que cerramos un libro. Admirada por sus obras y por su inagotable inspiración, ha vendido más de tres millones de ejemplares, y en su esfuerzo por estar cerca del lector, comenzó tras la pandemia a ofrecer firmas de libros con formato teatro, donde ofrece una charla, coloquio, conversaciones, actuaciones musicales, que no hacen más que seguir acercándola a su público.

Si cada uno de sus personajes atrae, su perfil en redes sociales no lo hace menos. Betacoqueta es, ante todo, natural, escribe unas reflexiones profundas a la vez que cotidianas y cercanas. ¡Es que podrían ser para mí o para ti! ¡Es que podría ser algo que había estado pensando ayer pero con esa elegancia con la que escribe!

Clara, directa, empoderada, con una sonrisa que abarca muchísimo y que, por algún motivo que todavía no se ha descubierto, te da la sensación de que pertenece a tu vida, a tu entorno, y que podríais compartir un vino y charlar de la vida como si fuerais viejas conocidas. Muy fan de toda su obra, aunque tengo mis favoritos, siempre hay un momento en que necesito abrir un libro de Elísabet Benavent, así que, deseando que nos siga ofreciendo muchas historias que vivir.

Tere Alandi Font
Pensando en desconectar

Share This Post

Post Comment

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.