Este 14 de Abril se conmemora el 90 aniversario de la II República, un gobierno que pretendió transformar la sociedad en un modelo basado en la libertad, la igualdad y la solidaridad, y donde las mujeres vivimos un periodo de libertades nunca vistas hasta entonces.
A lo largo de la historia las mujeres hemos tenido un papel pasivo y discriminado en la sociedad, limitándonos a ser madres y esposas, excluyéndonos al ámbito privado, al hogar. Fue la llegada de la II República cuando la igualdad entre los sexos pasó a ser por fin una posibilidad real, gracias a una Constitución que garantizaba la igualdad. El papel de la mujer dejó entonces de ser un sujeto pasivo en la sociedad para tener voz propia. Pero no podemos entender este adelanto social sin destacar que las mujeres habíamos tenido una vinculación importante con el movimiento obrero y las luchas civiles y sociales en los años previos a la llegada de la República.
La II República nos dotó de conquistas laborales y sociales nunca antes vistas. La Constitución republicana de 1931 concedió, no sólo el sufragio a las mujeres, sino que nos dio la oportunidad de una presencia en la vida social y política regulando derechos y libertades que fomentaron la incorporación de la mujer en la sociedad. La Constitución recogía aspectos como la regulación de las mujeres a cargos públicos, la supresión del delito de adulterio aplicado sólo a la mujer o el reconocimiento legal del divorcio por mutuo acuerdo y por primera vez se reconocía el matrimonio civil con plena igualdad de derechos en ambos sexos. En términos laborales se reguló el trabajo femenino, se aprobó la equiparación salarial entre ambos sexos y se prohibieron cláusulas que permitían el despido por contraer matrimonio o por maternidad, entre otras medidas.
Muchas mujeres ocuparon cargos públicos, como las diputadas Clara Campoamor (quien defendió fervientemente el derecho al voto femenino), Victoria Kent (abogada opositora al sufragio femenino, al mantener que por la influencia de la Iglesia el voto sería conservador) o Margarita Nelken (escritora, pintora y política española). También otras mujeres se adentraron en la política, como Federica Monsteny, que fue ministra de Sanidad o Dolores Ibarruri, dirigente del Partido Comunista y símbolo de lucha y resistencia.
Una de las organizaciones feministas más importantes de la época fue la Asociación de Mujeres Antifascistas (AMA), una entidad asociativa de carácter antifascista, feminista y unitaria creada en 1933 como corresponsal de la organización internacional «Unión de Mujeres contra la Guerra y el Fascismo» tras el triunfo de Hitler en Alemania ese mismo año.
En nuestro pueblo también se creó la agrupación de AMA de Buñol. En octubre de 1938 la organización remodeló su dirección, quedando de la siguiente manera:
· Secretaría general: Concha Valero y Dolores Pascual.
· Organización: Antonia Banco y Vicenta Hernández.
· Propaganda: Vicenta Hernández.
· Tesoreras: Eladia Fuentes y Concha Cárcel.
· Vocales: Carmen Santana, Constanza Miguel y Gloria del Monte.
· Otras: Carmen Fernández, Rosario Sierra, Vicenta Galarza, Bienvenida Cifre, Concha Villa, Isabel Martínez y Consuelo Miguel.
El racionamiento y la ayuda a refugiados y refugiadas fueron unas de las principales tareas de nuestras paisanas.
En definitiva, la República, en tan corto período, significó una gran aportación a los derechos sociales y políticos de las mujeres, considerándolas como ciudadanas de pleno derecho. La dictadura franquista se encargó de sepultar todo este proceso de liberación de las mujeres, con el retroceso de todos estos derechos conquistados. Se impondría un régimen fuertemente patriarcal, que junto a la jerarquía eclesiástica condenaría de nuevo a las mujeres al ámbito doméstico y a la dependencia al hombre, donde muchas mujeres sufrirían el castigo por haber transgredido los límites de la tradicionalidad durante la República.
Muchos son los motivos para rememorar esta II República por todo lo que supuso para la clase trabajadora en materia de educación, de trabajo, de sanidad… Pero en su 90 aniversario debemos poner en valor su compromiso con las mujeres y recordar a todas aquellas pioneras que lo hicieron posible.
Porque fueron somos. Porque somos serán.
Lara Galarza Giménez
Integrante del MDM Buñol
