Estos días andamos los españoles de triste primer aniversario de la pandemia.
Un año en el cual hemos visto trastocada nuestras vidas, de cabo a rabo. Ya nada es igual, a la vida que teníamos hace un año, no. Y no me refiero únicamente, al hecho de llevar por obligación la mascarilla. Es algo más sutil, y casi imperceptible, como es la sensación de angustiosa derrota y abandono que sentimos todos loes españoles.
La percepción que estoy obteniendo estos quince días, que llevamos de semi confinamiento, es de cruel y amarga derrota y abandono. Con quien hable me dice lo mismo: “¡Es que llevamos un año así, y aún no he cobrado mi ERTE!”, “¡Que llevo un año sin ver a mis nietos y a mis hijos!”, “¡Que llevamos un año, así de mal y nadie hace nada por sacarnos de esta situación, María Amparo, y tenemos que pagar nuestros impuestos como autónomos y dar de comer a nuestras familias!”
Desesperación en poco, y resignación menos aún, lo que me transmiten: es el más espantoso afonamientos anímicos. Depresión es poco, ya. Ancianas, que llevan un año sin ver a sus familiares más directos, viviendo en la más absoluta y aterradora soledad, cuando más necesitan de los suyos.
La gente que fallece, en los hospitales, sin despedirse de sus familias más cercanas. Niños y jóvenes, a los cuales esta pandemia, les han hurtado sus futuros. Y a la gente de mi edad, que ven sus negocios, destrozados para siempre. O trabajando a destajo, por aquello del teletrabajo, y que “hay gente peor que tú, colega. Y da gracias a Dios, porque tienes trabajo, que si no…!”
Sanitarios, que llevan 365 luchando contra la pandemia, y la desidia del Gobierno. CC. FF. SS. EE., que están dando lo mejor de ellos, sin que nadie les reconforte a nivel oficial. Unos ciudadanos desbordados por las circunstancias, y un Gobierno y una Oposición más centradas en una Elecciones secundarias, que en ofrecernos soluciones fehacientes. Al Gobierno, le digo que menos consolidar su posición y su puesto preponderante, y más proporcionarnos soluciones al destre económico y social, que nos está dejando el covid. Y lo que un día obtuvieron en unas Elecciones Generales, en otras Autonómicas, pueden perder. Y a la Oposición en general, que no cante una victoria pírrica, todavía. Eso es todo, señores, eso es todo por hoy. Mañana, Dios dirá.
Amparo Gimeno.