William Maclure y el Monte de Los Pilaretes

William Maclure, geólogo escocés nacionalizado norteamericano, está considerado como el padre de la geología norteamericana. Maclure fue un viajero incansable, realizó numerosos viajes por toda Europa entre 1805-1815 y 1820-1825. Este ilustre viajero visitó el Renio de Valencia por primera vez en 1808, concretamente el 18 de febrero.

Maclure conocía los trabajos sobre minerología valenciana realizados por el militar y naturalista Juan Sánchez Cisneros en el seno de la Real Sociedad Económica de Valencia, motivo por el que el mismo día de su llegada intentó localizarlo sin éxito.

El mal tiempo caracterizó la mayor parte de su estancia en el Reino de Valencia y lo retuvo en la capital hasta el día 26, en que pudo realizar su primera excursión a Buñol. En su diario describe las características geológicas de los materiales que se encuentran a lo largo de su camino, así como de Buñol y sus alrededores. 

Maclure explica los efectos de la erosión que ejerce el agua sobre los travertinos, dando lugar a numerosas cavidades. A continuación describe el conocido yacimiento de Jacintos de Compostela (es una variedad de cuarzo que se caracteriza por su color rojo, naranja-rojo o amarillo-naranja, debido a inclusiones de materiales arcillosos de color rojo) situado a la otra orilla del río Buñol. Nos estamos refiriendo al llamado por todos nosotros como “el Monte de los PIlaretes”.

Los historiadores hablan de Maclure como un gran intelectual británico y estadounidense (tenía doble nacionalidad). Geólogo y botánico, fue autor del libro Observations on the Geology on the United States, Explanatory of a Geological Map en 1809 y una versión corregida de la geología de EE.UU. en 1818. Fue fundador y presidente durante veinte años de la Academia de Ciencias Naturales de Filadelfia, y además, muchos lo consideran como un socialista utópico que pensaba que con su escuela industrial agraria podría vencer a la superticiones y costumbres de los agricultores en España. 

La idea era introducir conocimientos modernos de agricultura, como los de Heinrich Pestalozzi y otros autores. Por este motivo encargó traducciones de sus textos educativos para implementarlos en su escuela de la finca, que hoy conocemos como Dehesa de Campoamor.

Además de los libros traducidos, también encargó numerosas máquinas y herramientas agrarias que trajo a la finca desde Filadelfia. La idea era que sirvieran para su escuela y, de paso, podría estudiar la posibilidad de su fabricación en España. El utópico Maclure pensaba en una educación igualitaria. Quizás por este motivo sus primeros alumnos fueron sesenta niños que trajo del hospicio de Alicante, una práctica similar a la que realizara su amigo Robert Owen, también socialista reformador, en su escuela industrial de New Harmony (EEUU).

Hay que decir que las ilusiones de Maclure se vieron truncadas por la situación política en España, en concreto con la entrada al poder de Fernando VII. “Before I was drove out to Spain by the folly, stupdity and cruelty of despotism …” dice Maclure ya desde Dublín un 30 de junio de 1824. Ese mismo año le fueron expropiadas todas las tierras, propiedades y derechos que tenía en España, un espectacular patrimonio que no volvió a recuperar hasta 1835 gracias a la caída de Fernando VII y la entrada del liberalismo en España, un cambio político que permitió su regreso y vuelta a iniciar su proyecto de la escuela industrial agraria en la finca de Campoamor.

William Maclure (1763-1840) y la minerología del Reino de Valencia. Juan Miguel Casanova Honrubia; Luis Ochando Gómez, Rodolfo Gonzalo Gutiérrez.

Consuelo Álvarez Ruiz
Detalles de Buñol

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