Así es mi Buñol, un intenso puntito de Luz

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Cuando cada mañana, con la mirada recién estrenada, contemplo de nuevo la belleza de mi Buñol querido y sus gentes, me invade una energía de agradecimiento que me hace ser consciente de lo afortunados que somos por vivir en uno de los rincones más pacíficos y hermosos del Planeta. Y no exagero, por chovinismo o apegos, al hacer esta afirmación, pues a estas alturas de mi vida, por todo lo vivido y experimentado, creo entender, y siento, que por encima de todo somos ciudadanos del mundo. 

Después de beber de las aguas del manantial de San Luis, de pasear por El Castillo, El Cuco y La Jarra, y solazarme en El Planell, La Cueva Turche y Las Moratillas, pienso que seguramente el paraíso bíblico del Edén debió de ser parecido a Buñol, o mejor dicho Buñol parecido al paraíso del Edén.  

Porque Buñol es, en sí mismo, un intenso puntito de Luz, una pequeña idiosincrasia planetaria, como a mí me gusta llamarle, que emite tanta luz, que hay pocos lugares en la Tierra que no hayan oído hablar de él. Y no me estoy refiriendo en la actualidad donde la avanzada tecnología así lo permite. 

Y ello, como resultado de nuestro trabajo, nuestra siembra y constancia del día a día, nuestros sueños, nuestro espíritu abierto, vanguardista, respetuoso y plural, que siempre nos ha caracterizado, y que está dando sus frutos en todas las ramas del saber y quehacer, con médicos y científicos de relevancia internacional, políticos, periodistas, escritores, ejecutivos, pintores, artistas falleros, pilotos de carreras, deportistas, humanistas, religiosos, historiadores, y un largo etcétera, a quienes,  humildemente, con mi reconocida labor literaria, me uno. Me uno satisfecha a ese grupo de personas, de embajadores, que con orgullo hace que este minúsculo, pero intenso puntito de Luz que se llama Buñol, tenga cada vez más alcance. 

Como recojo en mi novela Yámana, Tierra del Fuego, toda la pedagogía de este pueblo se resumía en: “Ser un buen hombre para tu tribu”. Espero ser una buena mujer para la mía.

Gracias por leerme. Gracias por leer asíesBuñol magazine.

¡Un besazo de Luz enorme! 

Cada nuevo día Soy,

Y Soy feliz en el vivir,

Y Soy feliz en el servir.

Y en la noche,

Me recojo,

Te aspiro,

Y Soy,

Más Soy en ti,

Buñol.

¡Te amo!

«La interpretación del significado del número 100 sería la perfección, la excelencia». Y ello es lo que ha alcanzado esta revista que está hecha de pedacitos de corazón de todos los buñoleros y buñoleras: los que ofrecen sus letras y sus servicios, y los que los reciben. Mis felicitaciones y enhorabuena a sus creadores: Luis, Mateo, Manolo, Virginia, a los comerciantes locales, y a los desinteresados colaboradores, juntos habéis hecho historia y recuperado nuestra idiosincrasia como un preciado tesoro para todos y para las generaciones venideras. ¡Enhorabuena Buñol! ¡Enhorabuena y muchos años más!

Emi Zanón Simón
Escritora

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