Hace ya un tiempo que comprendí que hay que saber diferenciar el concepto «casa» del concepto «hogar». «Casa» es la construcción en la que vives, mientras que «hogar» no tiene nada que ver con cosas materiales como los ladrillos y el cemento. Como lectora empedernida que soy, una vez leí que «hogar» es donde está el corazón. Y mi corazón está en este pueblo, en Buñol.
Buñol es un pueblo lleno de vida que te atrapa desde el primer momento. Buñol es arte; es cultura; es música; es diversidad. Buñol es un lugar en el que siempre te vas a sentir acogido, vengas de donde vengas, o tengas el color de piel que tengas. Buñol es grande, tolerante, lucha constantemente por ser mejor cada día y está repleto de personas maravillosas que fomentan que todo esto suceda. Buñol es un orgullo, y yo estoy infinitamente orgullosa de ser buñolera.
También sé que nuestro amado pueblo es un hogar para muchas personas, y ahora me entenderéis cuando os digo que eso no significa sólo tener una casa aquí. Significa sentirse feliz paseando por sus calles; significa emocionarse al escuchar su música, su arte, su cultura, su tradición. Significa sentir sus fiestas en lo más profundo de la piel; amar cada rincón, a las personas que nos rodean y que también son Buñol. Porque Buñol no sólo es un terreno con casas y mil historias. Buñol también somos nosotros, también es nuestra voz y nuestro corazón.
Quizás ahora podáis entender lo afortunada que soy. Porque mi «casa» está en mi «hogar», y creo que hay pocas cosas más gratificantes que eso.
Silvia Sáez Espert
Escritora
