La Noche de San Juan y la Asociación de Comerciantes

A lo largo de los años que lleva asíesbuñol magazine les hemos contado varias historias relacionadas con la Noche de San Juan que, como saben, se celebra a finales de junio en el Parque de Borrunes. En el texto que van a leer, aparte de un pequeño recuerdo de niñez, van a poder conocer cómo se fraguó la alianza entre esta noche mágica y la Asociación de Comerciantes de la localidad, ya que a día de hoy no se entiende una parte sin la otra.

«Tengo 66 años y mis recuerdos de niña de la Noche de San Juan me llevan a ese paseo de Borrunes acompañada de mis padres, donde comprábamos turrón y peladillas. Me encantaba ver los farolillos, las luces y los puestos con las guapísimas vendedoras que llevaban esos preciosos delantales blancos de puntillas. Una vez cruzabas el puente, aparecía ante ti una extraordinaria verbena amenizada por músicos de nuestras sociedades.

Ya de adolescente y en mi época de juventud acudía a Borrunes con mis amigas y en la verbena las formaciones musicales habían cambiado. Recuerdo sobre el escenario a «Los Juglares», «The Mongols», «Nuevo Amanecer»… y cómo bailábamos al son de la música con las amigas y también con los «chiris» –quien lo tenía–. 

Durante mi edad adulta –ya casada y con hijos– mi visita a Borrunes se limitaba a pasear, a degustar algún dulce en los pocos puestos que quedaban –entre ellos el de las Amas de Casa– y a escuchar la música de la verbena. Ya en los 80 comenzó a instaurarse la tradición esa noche de proclamar a la próxima Reina de la Feria y Fiestas de la localidad. 

Y ahora es cuando cuento mi historia, lo anterior han sido recuerdos particulares de mi vida, que he querido compartir con vosotros para que rememorásemos un poco lo que era aquella noche en nuestro pueblo. Nos situamos en el año 1997, es cuando decido hacerme autónoma y abrir una tienda en el centro del pueblo. Ese ímpetu y empuje inicial me lleva a meterme de lleno en la Asociación de Comerciantes de Buñol un año más tarde. Hasta mi entrada, junto a Vicen Pardo y Mavi Simón, todos los miembros eran hombres. En nuestro afán por cambiar las cosas en beneficio de nuestro pueblo propusimos a la Junta Directiva de la época, de la que era presidente Andrés Masmano, hablar con el Ayuntamiento y colaborar de alguna manera en la Noche de San Juan, ya que la afluencia de público había decaído en los últimos años. 

Nuestra propuesta entusiasmó a la entonces concejala de Fiestas, Maribel Ferrer, pero ahora había que darle forma. La propuesta giraba en torno a fomentar el consumo en el comercio del pueblo a través de una campaña en la que los consumidores, por su compra, entraban en un sorteo de varios lotes de jamón y vino, que se celebraría esa misma Noche de San Juan, con lo cual teníamos la asistencia de público asegurada. Y logramos los dos objetivos: fomentar la compra en el comercio local y que esa noche estuviese Borrunes abarrotado. También logramos recuperar la tradición de los dulces esa noche, gracias a la colaboración de los hornos de Buñol, que repartían sus productos gratuitamente, acompañados de una copita de mistela, gentileza de nuestros pueblos de alrededor. 

Conforme esa noche va cogiendo auge, los comerciantes dimos un paso más. Tras hablar de nuevo con el Ayuntamiento, es en una Noche de San Juan donde se presenta, por primera vez, la que a día de hoy es mascota de nuestra fiesta más internacional. Hablamos de «La Tomatina» y de «Tico», su fiel compañero. La intención de la asociación con esta nueva marca era poder comenzar a comercializarla y hacer nuevas camisetas alrededor de un símbolo que uniese a todos los establecimientos de la localidad, para que todos vendiésemos el mismo producto bajo la misma marca, algo que a día de hoy continúa, aunque bien es verdad que a mayor escala, pero siempre con la Asociación de Empresarios y Autónomos de por medio, que es lo importante. 

Lo que también sigue a día de hoy es esa colaboración entre los comerciantes y la Noche de San Juan. Se siguen realizando los sorteos de lotes de jamón y vino, se siguen repartiendo dulces, se hace una cena de «sobaquillo» previa a la fiesta y las Fallas –un año cada una– se encargan de gestionar el servicio de barra esa noche. En definitiva, se mantiene la esencia de una noche mágica para los vecinos, que es lo que pretendimos en todo momento. 

¡Larga vida a la Noche de San Juan!

Conchín Cusí Guerrero
Enamorada de su pueblo

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