Lesiones frecuentes en el running: fascitis plantar

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La fascitis plantar es la tercera lesión más frecuente en deportistas y la más frecuente en corredores de media y larga distancia afectando principalmente a hombres entre 40 y 50 años. Consiste en la inflamación de la fascia plantar ya sea por una tensión o un acortamiento excesivo.

La fascia plantar es el tejido aponeurótico que se encuentra en la planta del pie, desde el calcaneo (talón) hasta las cabezas metatarsales (zona antepie). Entre sus principales funciones se destaca el mantenimiento del arco plantar y su función de amortiguación durante la marcha o la carrera.

Esta lesión se caracteriza por una sensación de rigidez en la planta del pie y dolor de tipo mecánico (que aparece con el movimiento), que es más intenso por las mañanas cuando se comienza a andar, que comúnmente afecta a la parte plantar interna del talón. El dolor puede ser puntual o irradiado, y acompañarse de sensación de ardor de la planta.

El diagnóstico normalmente es mediante pruebas clínicas en las que se observa rigidez de la planta, sensibilidad, hinchazón, aunque también se puede realizar una ecografía para confirmar su sospecha.

Existen factores predisponentes para padecer ésta lesión como el sobrepeso, estar de pie de forma prolongada, pie plano o cavo y otras alteraciones de la pisada, correr largas distancias, superficies con desnivel o irregulares, una técnica de carrera inadecuada, acortamiento de la musculatura posterior de la pierna… También es una patología muy frecuente tras pasar el verano, debido a haber estado llevando zapato plano como sandalias durante meses.

Cabe destacar el acortamiento de gemelos como una de las causa más importantes ya que biomecánicamente ambas estructuras, gemelos y fascia plantar, están conectadas. Para prevenir su aparición será imprescindible llevar un calzado correcto y mantener la musculatura posterior de la pierna relajada. Por ello es importante que tanto deportistas como personas con acortamiento o falta de flexibilidad de ésta musculatura realicen estiramientos de forma eventual, y acudan al fisioterapeuta cuando sea necesario para descargar la musculatura y evitar la tensión excesiva en la fascia. Tratamiento:

• Antiinflamatorios.
• Ultrasonidos.
• Estiramientos.
• Descarga muculatura posterior.
• Potenciar la musculatura.
• Ejercicios de fricción: rodar una botella o una pelota de tenis con la planta del pie.
• Crioterapia: aplicar hielo varias veces al día.
• Terapia miofascial.
• Calzadoterapia: es recomendable llevar calzado con amortiguación.
• Vendaje neuromuscular.
• Ondas de choque.

Es importante responder rápido ante las primeras apariciones de los síntomas, pues ignorarlos puede alargar su recuperación o incluso cronificar la lesión. Por ello deberás de dejarte asesorar y tratar por un fisioterapeuta cuando aparezcan las molestias, confirmar el diagnóstico y comenzar un plan de tratamiento lo antes posible. Cada persona puede sufrir esta lesión por una causa diferente, el fisioterapeuta se encargará de realizar el tratamiento personalizado que más se ajuste a tus necesidades.

Alba Romero Alifa
Fisioterapeuta Colegiada nº4575

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