Por un 2024 lleno de metas para todo el mundo

Nuevo año, nuevas metas. Y la inclusión y la diversidad deben estar dentro de ellas. Después de un año de mucho reivindicar, de no dejar de dar voz y de lograr grandes pasos, este próximo año no puede ser menos. Para mí, como activista y divulgadora de la discapacidad, este 2024 supone un impulso para seguir dándolo todo por el mismo motivo por el que lo llevo haciendo ya un tiempo: que las personas con discapacidad logremos ser iguales en la sociedad, una sociedad que no discrimine, que nos incluya y nos abrace, y que sea testigo y partícipe de un entorno diverso.

¿Qué podemos pedir? En primer lugar, estamos a la espera de una reforma constitucional del Artículo 49, aquel que califica al colectivo como «disminuidos». Es hora de dar un paso al frente. Aquello que nos respalda como ciudadanos y como país debe ser consecuente, ya no sólo con los tiempos en los que vivimos, sino acorde a lo más humano y lo más digno: el respeto. Ha llegado el momento de cambiar, y no podemos exigir ese cambio si partimos de una base capacitasta y discriminatoria.

También debemos tener presente al colectivo de las mujeres con discapacidad. Somos parte también de la lucha por los derechos y la igualdad de las mujeres, y a la vez somos las eternas olvidadas. Cifras escalofriantes de violencia de género en las que estamos incluidas y para las que no se pone solución. Necesitamos que las políticas inclusivas nos tengan en cuenta cuando hablamos de colectivos vulnerables.

No podemos olvidarnos del ámbito laboral. Estamos cada vez más presentes en puestos de trabajo en los que no se miden las capacidades por un diagnóstico, sino que se nos valora como personas que somos. Esto es gracias a entidades que llevan año liderando el sector, y que lo seguirán haciendo, pero esta necesidad no puede residir sólo en unas cuantas, sino pasar por cada empresa y por cada empleo que se oferte, para dejar de limitarnos.

Algo que este pasado año hemos visto progresar muy positivamente ha sido la cultura. Nos hemos visto ocupando espacios relevantes e importantes a nivel nacional e internacional. Hemos conseguido reconocimientos que nos posicionan un eslabón más arriba. Ahora no debemos bajar la guardia, necesitamos seguir luchando por esos papeles protagonistas sin tener la discapacidad como hilo conductor, necesitamos que se borre esa etiqueta para justificar que tenemos «más mérito». Estoy segura de que lo conseguiremos.

Por supuesto, queremos un 2024 de derribar estigmas. Dejar a un lado todas esas ideas preconcebidas y erróneas que nos separan, que nos ven como una diferencia negativa, siendo que vivimos en un mundo donde no hay dos personas iguales. Ojalá empecemos a ver la belleza en lo diferente, el arte en lo diferente. Ojalá no nos separe una condición tan válida como cualquier otra que pueda acompañar a cualquier persona sin discapacidad. Ojalá hagamos entender de una vez que todo eso que tú piensas que soy no es para nada como soy de verdad.

Otra de esas batallas que lidero y no debe olvidarse es el acoso escolar. Este año hemos abierto un camino muy importante en este ámbito, se ha puesto la mirada en esta problemática en muchos aspectos, y he podido se partícipe de ello gracias a organizaciones como Fundación ColaCao. Con estos grandes avances, se han reflejado datos en los que vemos una clara incidencia de bullying en la población infantil con discapacidad. No podemos bajar la guardia, es hora de actuar para prevenir, educar y concienciar, para acabar con esta violencia desmesurada.

Todos estos son parte de mis objetivos para este año que comienza. Soy consciente de que la gran mayoría son grandes sueños que ansío, pero ninguno de ellos imposibles. Hemos empezado un gran camino para cada uno de ellos, sólo tenemos que seguir. Seguir haciendo ruido en las calles, seguir dando ejemplo en las aulas, seguir educando en la diversidad en las casas, seguir ocupando espacios en la sociedad, seguir mostrándonos tal y como somos con los demás. En definitiva, tenemos que seguir existiendo, formando parte de nuestros entornos, desenvolviéndonos en nuestros roles, siendo parte.

Espero y deseo que cada vez contemos con más personas sin discapacidad de nuestro lado, pues sois una parte imprescindible para que se expanda nuestro mensaje. Confío en que cada vez somos más una sociedad justa e igualitaria.

Por mi parte no dejaré de hacer lo que hago, y más. ¡Feliz 2024!

Regina Martínez Álvarez
Creadora de «Ni más ni mano»

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