Somos gente de compartir

Somos gente de sol, de salir a una terraza, de disfrutar de una conversación, de unas risas, de compartir.

Somos gente de celebrar, despedidas, cumpleaños, bodas, banquetes, navidades, bienvenida del verano, despedida, primavera etc.

Somos gente de cervezas, de pinchos, de almuerzos, de “cigarricos”, de parques, de “cafecicos”, cualquier excusa es buena para socializar.

Este virus nos ha quitado abrazos, besos, el tocarnos, el acercarnos a contar historias, este virus marcará un antes y un después. Nos ha regalado miedo, miedo a socializar, miedo a abrazar al prójimo, miedo a besar, a tocar a acercarnos entre nosotros.

Cuando salgamos del confinamiento, ¿Cómo nos comportaremos?, ¿Nos acercaremos, nos besaremos?,¿Volveremos a los parques?, ¿Cómo serán los cortejos?

¿Habrá en cada comercio un higienizante de manos?, ¿volveremos a ir a un concierto sin miedo a un contagio? ¿A una mascletá?

Hoy vamos a un supermercado y parecemos entes comprando, manteniendo la distancia, con guantes mascarilla, saludando desde lejos, ¡Quien nos ha visto y quien nos ve!

Cada tarde a las ocho de la tarde nos acordamos de la gente que está curando a los héroes de esta pandemia que son los contagiados, la sociedad está reordenándose, aplaudimos a verdaderos héroes, a los sanitarios, a los investigadores, a los empleados que van a trabajar para garantizar los servicios esenciales, a todos y cada uno.

Y resulta que la sociedad primaba todo aquello que era superfluo, es como si pusiéramos una casa boca abajo y se cayera todo menos lo importante, podemos vivir sin fútbol, sin conciertos, sin cervezas, sin celebraciones, pero no podemos vivir sin sanitarios, sin investigación, sin servicios esenciales. Así es la vida, pero lo primero nos provoca felicidad y lo segundo nos da o nos quita la vida.

Estamos aprendiendo a valorar el silencio, la compañía la la familia, a leer un buen libro, a disfrutar de la casa, a ver series que si lleváramos una vida normal hubiéramos descartado.

Estamos aprendiendo lo que es una curva, el pico, una epidemia, una pandemia, a ponerle cara a la OMS y sobretodo a ser solidarios, a valorar a aplaudir y también estamos conociendo el miedo, el miedo al contagio, el miedo a perder a algún familiar, el miedo al “día después”, que pasará cando volvamos, que pasará con nuestras vidas, con nuestras hipotecas, nuestras deudas, nuestros salarios … ¿Podremos permitirnos socializar?, ¿Ir a conciertos, compartir momentos, comidas, cenas? ¿Cambiará nuestro carácter? ¿Seremos felices?

Lo cierto es que lucharemos por volver a que todo siga igual, porque lo necesitamos, porque somos así y un virus no nos puede cambiar, nosotros debemos hacerlo desaparecer para volver a ser como éramos. Todo saldrá bien.

Virginia Bartolomé.

Share This Post

Post Comment

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.