Este poema ha sido facilitado por Carmen Mas, la hija de Antonio. Antonio nació el 16-7-1903 en la desaparecida calle “La Sartén”, en el castillo de Buñol. Fue de los primeros militantes de las juventudes socialistas de Buñol y participó en la Guerra Civil. Era conocido por vender y arreglar máquinas de coser, por lo que se ganó el apodo de “Maquinista” de la calle San Luis. Amaba la música y a sus “Feos”, le gustaba ir a Rosales y charlar y a jugar al ajedrez. Y, cómo no, le encantaba la poesía.
Fuente de la Olivera
rodeada de pinares,
en la aldea de Mijares
dispuesta a ser placentera
para aquel que te visita.
Luego sentimos no ver
a la fuente del Roser,
en la rambla del Fresnal,
agua fresca y colosal,
que no te cansa el beber.
Con su original paisaje
lleno de rural poesía,
está la fuente La Umbría
y a la sombra del tilo
oímos cantar al jilguero.
Con singular belleza
destaca entre pinos y flores,
rodeada de vecinos
en sus casas de monte,
la fuente de la Condesa.
Fuentes Royo y Pañero,
Teja, Salud y Hortelano
junto al Ciprés soberano
con sus caminos tan llanos
convidan al forastero.
Turche, Perol y Mezquita,
la Estrella y la Violeta
fuentes muy discretas
que engalanadas de verde
a beber su agua invitan.
Fuente de Peña Mala,
fuente la Faquirola,
de azul y verde aureola
la naturaleza nos regala
su agua tan exquisita.
Borrunes y la Pitera,
con su árabe castillo
y sus típicas chumberas
nos recuerdan nuestras raíces
y nuestro hacer buñolero.
De mil aromas perfumada
la fuente la Paraleja,
muy satisfechos nos deja
su aire aromatizado
traído por la fresca brisa.
Fuentes Álamo y Borso,
Zapatero, Legua y Roma
nos deleitan con su aroma
mil perfiles de colores
y su paisaje delicioso.
Con el Alto Jorge al fondo
desde Carcalín a la Jarra,
corre el río de aguas claras
repleto de manantiales
en las rocas tropezando.
Rodeado por peñas y pinares,
iluminadas por el sol
treinta y cinco son las fuentes,
que siempre sangran sonrientes
para orgullo de Buñol
Antonio Mas Lambies
Aficionado a escribir poesía