El 2018, aparte de otras muchísimas cosas que ocurren a lo largo de un año, va a ser importante porque en él se cumplen 50 años de hechos que marcaron y posiblemente cambiaron la historia del mundo: La Primavera de Praga y, por supuesto, El Mayo Francés. Corría el año 1968.
El 2018 en mi persona también hace de cincuentenario, pues son cincuenta años los que han pasado desde que fui jugador de fútbol del C.D. Buñol, cincuenta años desde que el secretario del club Leandro García me propusiera fichar por el primer equipo de mi pueblo y de la comarca.
Presidía el club Roberto Villar, como entrenador estaba Fernando Cárcel (el tío Fite) y masajista era el inolvidable Andrés Masmano (El Peca). La plantilla la formábamos jugadores del pueblo procedentes la mayoría de las Peñas y algunos (no muchos) que en puestos específicos se fichaban de otros pueblos. Aquel año (temporada 1968-1969) de fuera teníamos al portero Ramírez (el Porras) y a Toni, de Utiel y Las Cuevas respectivamente. De la temporada anterior, y siendo de Buñol, estaban Lorenzo Abril, Fernando Cárcel Marzo, Emilio Palmer (Choco), José Vicente Masmano (Churro), Manolo Solá (Catalán), Rafael Pérez (Rojo) y Vicente Sáez (Vicentín). De las Peñas entramos unos cuantos: Paco Fons, Manolo Igual, José Ponce, Paco Matamales, Jesús Sáez (Chuchín), Ricardo Ferrando (el de los muebles), Emilio Espert Aldás (Kopa) y yo.
La pretemporada la jugamos contra el Requena y Torrente (en Ferias), con una victoria y un empate, y un doble partido contra el Almansa con empate en Buñol y clara derrota en Almansa.
La temporada fue regular. Empezamos bien, ganando en Villanueva de Castellón 2-1 al Castellonense, pero tras unos pocos partidos y, sobre todo, por una nefasta segunda parte del partido que jugábamos en casa contra el Benifayó, cuando teniendo una clara ventaja de 4-1, en el último tercio del partido nos metieron cuatro, con resultado final de 4-5. Tras esa amarga derrota, el entrenador Sr. Gil presentó su dimisión (poco más tarde sería nombrado seleccionador juvenil por la Federación Valenciana de Fútbol) haciéndose cargo de las riendas del equipo el siempre dispuesto Cándido Pérez (Buquinham), que hizo que el Buñol fuese uno de esos equipos de la parte tranquila de la tabla, sobre todo gracias a un final de temporada que fue épico, ganando tres de los cuatro últimos partidos, al Canals, Oliva y Gandiense y perdiendo en Carcagente, (todos perdimos menos Ricardo, que hizo el partido de su vida).
Terminó la temporada y los años siguientes estarían marcados por circunstancias que tenían su origen también en ese año 1968 y que lógicamente su cincuentenário también se conmemora por estos días. Me refiero a la formación del Juvenil del C.D. Buñol. Supongo que algunas voces más preparadas que yo podrán dar una información más detallada, pero sin intrusismo de ninguna clase me permito el lujo de recordar alguna de las cosas que desde mi platea de futbolista me vienen a la memoria.
Tras la aprobación por parte de la directiva del club de la formación de un equipo juvenil, la presidencia del mismo la asume Jaime Clemente. Como secretario técnico es nombrado Joaquín López (el yesero), masajista Bonifacio Lavilla Navarro, haciéndose cargo de la parte técnica como entrenador Joaquín Masmano Ibañez (el tío Chimo).
La pre-plantilla, procedente casi al cien por cien de jugadores de las Peñas, era muy extensa por el gran número de formaciones existentes y, por tanto, era grande el número de jugadores que formaron el plantel.
Con todo, la selección se hizo y la plantilla resultante se puede decir que aportó en los siguientes años a jugadores de gran valía quienes, junto a aquellos que también por la edad y veteranía sobrevivieron en el primer equipo, formaron en los años siguientes un C.D. Buñol que marcó una larga época de triunfos y, sobre todo, de buen y moderno fútbol.
Entre otros, la plantilla de aquel Juvenil fue la formada por Edmundo Ferrer, Felipe Navarro, José Luis Soliva, Octavio Marzo, José García, Agustín Rehues, José Luis Zanón, Ángel García, Ernesto Galarza, Emilio López, Rafael Blasco, Rafael Ruiz, José Aquila, Modesto Simón, Sandalio Luján, Ernesto Rodriguez, Vicente Cuenca, Cesar Ferrer, Rafael González…
La primera temporada del Juvenil, esa que hoy hace cincuenta años, fue impresionante. En la fase regular del campeonato fueron los primeros, con números de escándalo: veinticuatro partidos jugados, veinte ganados, dos empatados y únicamente dos perdidos.
Metieron ochenta y un goles y solo permitieron dos a los contrarios.
En la liguilla de ascenso a primera categoría, de ocho partidos ganaron siete, empatando uno. Estos datos fueron recogidos por el recordado Antonio Lisart, corresponsal casi exclusivo del Juvenil y que dejó plasmados para la historia del equipo y del fútbol buñolero en la revista local de Voces de Buñol.
La mayoría de los miembros de este Juvenil, cuando terminaron por edad en esta categoría, pasaron al primer equipo y, como dije, marcaron una época en el fútbol local. De hecho, fueron junto su entrenador, el Tío Chimo, los que, cuando un par de años más tarde el Buñol bajase a Primera Regional, conformasen el núcleo central del equipo al que devolverían casi de inmediato a la Regional Preferente.
Es de destacar entre este elenco de buenos futbolistas la gran calidad de Ángel García, nombrado en ese año el mejor del equipo, lo que le valió el ser seleccionado dos veces consecutivas para la Selección Valenciana de Fútbol Juvenil, donde también sería elegido el mejor jugador y para, más tarde, ser uno de los grandes puntales que ha tenido el fútbol local.
También sería jugador de esa Selección Valenciana, el en aquel momento gran goleador José Aquila y después, como Ángel, puntal incontestable del primer equipo.
Han pasado cincuenta años. En el 68 habíamos descendido de Tercera División, en el 18 hemos vuelto a descender también de Tercera División. En medio, subidas y bajadas, directivas, técnicos, jugadores con ilusión, ganas de hacerlo bien…
Y todos lo hacen bien, solo por estar ahí lo hacen bien. A algunos les gustarán más, a otros menos, pero puedo decir desde esa platea que al principio nombraba, que la afición de Buñol puede estar orgullosa de su equipo, de su historia, de su gente.
Y al futuro, como es un compañero tan reservado, que nunca dice nada, que siempre nos manda al presente, le podremos ayudar con trabajo por parte de los jugadores y con confianza por parte de técnicos y dirigentes.
Y por parte de la afición, con apoyo total cuando las cosas no van bien. Cuando el asunto funciona, los aplausos, aunque sean multitudinarios, se oyen menos, pero también caen bien.
Equipo C.D. Buñol Juvenil
Arriba de izquierda a derecha: Tío Chimo, Edmundo, Flores, Agustín, Ángel, Ernesto, Emilio y Soliva.
Agachados de izquierda a derecha: Cesar, Rafa Chilero, Ruiz, Aquila, Simón, Rafa González y Vicente Cuenca.
Manuel Roca Vallés
Recordando otras cosas del 68
