Pantallas pá comérselas

Las películas que tienen que ver con la cocina, con la gastronomía, se han convertido con el tiempo en un género cinematográfico, hasta el punto de que festivales de cine como el de Málaga o San Sebastián tienen secciones dedicadas a este tema: «Cinema Cocina» en Málaga y «Culinary Zinema» en San Sebastian.

Este último cerrará este año la sección con A fuego lento, representante francesa al Oscar protagonizada por Juliette Binoche, una historia de amor entre una cocinera y un gran chef que se llevó el premio a la mejor dirección en el pasado Festival de Cannes. 

La gastronomía en el cine tiene muchas formas, desde el documental, como por ejemplo El Bulli: Cooking in progress (2011), dirigido por Gereon Wetzel, sobre el famoso restaurante de Ferrán Adriá; la animación, de la que Ratatouille (2007) es una buena muestra; incluso el thriller –gastrothriller lo llaman algunos– tiene muy buenos ejemplos, como Hierve (2021), arriesgada película inglesa rodada en un plano continuo sin cortes e interpretada por un inmenso Stephen Graham, El menú (2022), que es a la vez un thriller, una comedia negra e incluso una peli de terror y una satira, con un magnifico reparto, con Ralph Fiennes y Anya Taylor-Joy a la cabeza. 

O como el inolvidable gran clásico del cine europeo, La grande bouffé (1973), dirigida por Marco Ferreri. En ella cuatro amigos unidos por el hedonismo y el aburrimiento más absoluto se reúnen en una mansión con la idea de suicidarse comiendo sin tregua. Un recital interpretativo de cuatro de los grandes: Marcello Mastroianni, Michel Piccoli, Ugo Tognazzi y Philippe Noiret. 

La comedia quizás sea el género que abarca el mayor numero de este tipo de películas. Ejemplos muy conocidos son Deliciosa Martha (2001), alemana, Comer, beber, amar (1994), dirigida por Ang Lee, y El festín de Babette (1987), película danesa interpretada por una magnifica Stéphane Audran. 

La lista es interminable, y también tenemos buenas muestras en el cine español: Dieta mediterránea (2009), un canto a la libertad con trieja protagonista. La vida padre (2022), una deliciosa comedia con un duelo interpretativo entre un padre, Karra Elejalde y su hijo, Enriq Auquer, ambos cocineros. Fuera de carta (2008), con un perfecto Javier Cámara como chef gay, premio al mejor actor en el Festival de Málaga. La última española que he visto es Esperando a Dalí (2023), entretenida y entrañable aventura de dos hermanos cocineros en Cadaqués.

Falta espacio para todo el cine gastronómico que queda por comentar pero no me resisto a terminar sin recomendar la que para mí es una de las mejores series del año, The bear. En ella, un joven chef procedente del mundo de la alta cocina regresa a Chicago para llevar la tienda de sándwiches de su familia. Diveridísima y con cargas de profundidad.

Arny Carrascosa Villar
Cada día más loco por el cine

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