Ya estamos en diciembre, ya está aquí la Navidad, y… ¿Qué toca en estas fechas? Pues preparar los dulces típicos, los de toda la vida. Uno de ellos son los «pastelicos de moniato» así se han llamado siempre.
Cuando era pequeña y llegaban estas fechas, en mi casa había mucho trajín. A primeros de mes tocaba hacer el dulce del moniato. Se hervían y, después, a hacer los recados de mi madre: «Ves y que te deje la tía Vicentica el Chafaor».
Aquello estaba muy duro, pero con esfuerzo se chafaban y se añadían dos cazos de moniato y uno de azúcar, y a moverlo en una cazuela de barro con una cuchara de palo hecha por mi padre, canela en rama y corteza de limón. Todo esto para elaborar el dulce.
Segunda parte, la masa, y otro recado: «Ale, ves a casa del tío Fuertes y que te ponga un cuarto de cazalla» (anís seco). Añadido a misma medida de aceite, harina de limón rallado y un poco de azúcar.
Mientras se reposaba, otro recado: «Ale, ves al molino del tío Mateu». Cuando me veía llegar, el tío Mateu sabía que estábamos con los trajines de los pastelicos, me daba una manesica de papel de estraza, se hacían los pastelicos y al horno de Masmano.
También se hacían polvorones de almendra y turrón de yema y castañola, que ahora se llama guirlache.
Hoy en día la masa de los pastelicos de moniato la hago escaldando la harina con el aceite caliente y un poco más de aceite que de anís.
EL TURRÓN DE YEMA
1 kilo de almendra molida, 12 yemas y 1 kilo de azúcar. Se pone el azúcar con un vaso de agua al fuego y cuando está a punto de hebra se agrega la almendra y las yemas.
NEVADITOS
750 gr manteca de cerdo, 125 ml zumo de naranja, 125 ml de coñac, 1 kg de harina. Se amasan por la noche y al otro día, con un cortapastas y con la masa estirada, se van haciendo de 1 cm. Luego crecen y salen hojaldrados. En frío se rebozan con azúcar glass.
Rosa Galarza Sierra
Aficionada a la repostería
