Sentimientos o sensaciones

«El hombre se autorrealiza en la misma medida
que se compromete al cumplimiento del sentido de su vida».

Viktor Frankl (neurólogo y psiquiatra)

A nuestro maravilloso Planeta Tierra bien podríamos haberle llamado, con más propiedad, Planeta Agua, porque las tres cuartas partes de él están cubiertas de mares y océanos que acogen el 80% de la vida que hay en él.

En la mayoría de culturas y mitos, el agua representa la fuente de vida, y está relacionada con el mundo de los sentimientos. El elemento agua está profundamente vinculado al sentir, lo afectivo y lo introspectivo. Así pues, podríamos decir que el Planeta Tierra (Agua) es el planeta de los sentimientos, y nosotros seres emocionales —nuestro cuerpo físico, como sabemos, está compuesto principalmente de agua—. Venimos a la «Escuela de la Vida» a aprender a manejarnos con las emociones y los sentimientos. Sabemos que las emociones son reacciones psicofisiológicas que ocurren de manera espontánea, y los sentimientos, la interpretación que hacemos de esas emociones. Pero, parece, o en verdad, es evidente, que en nuestro tiempo lo que más nos importa son las sensaciones.  Sustituimos sentimientos por sensaciones. ¿Por qué está ocurriendo esto?

Una respuesta sería que nuestra sociedad actual, altamente tecnológica y volcada hacia afuera, nos provee de abundantes estímulos fuertes, y se consume rápido, sin esfuerzos y sin reflexionar, sin darle una interpretación más allá de lo evidente. Estímulos que pueden ser agradables y placenteros momentáneamente (likes en redes, sexo, drogas, alcohol, masajes, pornografía, pantallas…) pero que son altamente destructivos cuando sustituyen el sentido de la vida. 

Todo ser humano desea ser feliz, y esa felicidad dependerá del sentido que queramos darle a la vida. Cuando aquello que deseamos lleva implícito esfuerzo, tiempo, constancia, voluntad, cariño, dedicación…, parece que ya no interesa y pasamos a otra cosa, de ahí, el poco compromiso en las parejas actuales que una vez pasado el tiempo de la atracción sexual se rompen fácilmente, por citar un ejemplo muy habitual. En el momento que faltan las sensaciones, se dejan los sentimientos. Esto es una clara manifestación del gran vacío existencial que experimentan muchas personas y, en especial, muchos de nuestros jóvenes. 

Si hemos venido a la «Escuela de la Vida, llamada Tierra» es para aprender, y desde luego no siempre es fácil la lección, pero ahí radica el crecimiento. Hacer el esfuerzo de aprender a gestionar nuestras emociones, nuestros sentimientos, educando nuestros pensamientos, siendo conscientes de ellos, pues son los que les preceden, vale siempre la pena. Aprender a no dejar los sentimientos a un lado por las sensaciones, todavía más. Herramientas para ello, afortunadamente, no nos faltan, como tampoco los expertos en crecimiento personal. 

Si todavía no le has dado un sentido a tu vida, es ahora el momento. Nunca es tarde para enfocarte en aquello que te llena, que te hace feliz, que te conecta íntimamente con lo que en realidad eres y todavía no lo reconoces: un Ser de Luz, que sabe de su unión con la Naturaleza y ese gran TODO al cual pertenecemos. 

La vida, pese a todo, es un regalo y es digna de ser vivida, y la libertad interior y la dignidad humana son indestructibles como nos cuenta Viktor Frankl, en su libro «El hombre en busca de sentido; una gran lección existencial».

Pregúntate ¿qué es lo más importante para ti? Y actúa, Tu mundo cambiará con tu propio cambio, nos decía Epitecto.

Elevar nuestra conciencia es la clave.

¡Feliz FEBRERO!
¡Un besazo de Luz enorme!

Emi Zanón Simón
Escritora

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